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La policía encontró este sábado a la tarde, en el zanjón de un camino rural en Santa Fe el cadáver de la hermana del juez federal de Reconquista, Aldo Alurralde, quien estaba desaparecida desde el viernes. Por el caso quedó detenido el esposo de la víctima, luego de que la fiscal a cargo de la investigación entreviera incongruencias en el relato del hombre.

Primero empezó con la denuncia que D.F., esposo de Ana María Alurralde, radicó el viernes sobre la desaparición de la mujer, de 57 años.  El hombre, un jubilado de 66 años, dijo que su esposa había salido de la casa que compartían en el barrio Schneider, de la capital provincial, y le había dejado una esquela de aviso: según dijo, había ido a mostrar la vivienda de su madre, que estaba en venta. 

Pero ahí empezaron los baches en la historia que narró el hombre. Primero dijo que la mujer se había llevado su Volkswagen Gol, pero más tarde reconoció que su esposa no sabía conducir. El auto apareció cerca del zanjón donde estaba el cadáver, en un camino rural en el límite de Santa Fe y la localidad de Monte Vera. 

El caso primero lo tomó la fiscal de Violencia de Género Bárbara Ilera, pero tras las incongruencias detectadas en el relato de D. F., rastros de sangre hallados en la vivienda, y este sábado a primera hora de la tarde el hallazgo del cuerpo de la mujer, quien intervino es la fiscal de Homicidios Ana Laura Gioria, quien ordenó la detención del viudo como único sospechoso, hasta ahora.

El juez Alurralde, en tanto, se había trasladado desde Reconquista a Santa Fe al enterarse de la búsqueda de paradero de su hermana. Hasta el momento, el crimen no tendría relación con la actividad profesional del magistrado federal.