Las suspicacias para ingresar objetos a las cárceles santafesinas no tienen límites. En la mañana una mujer intento pasar el scanner de la cárcel de Piñero llevando camuflados dos celulares en el apoyabrazos de su silla de ruedas. La mujer asistía a la visita de su hijo, Horacio Benaventos que se aloja en el módulo D del pabellón 15

Al detectar los objetos en el scanner de ingreso se llevó adelante una requisa, donde se hallaron dos teléfonos móviles más que llevaba entre sus ropas. Tras ello quedó demorada y a disposición del Ministerio Público de la Acusación (MPA).

Según informaron desde el Servicio Penitenciario, los teléfonos tenían como destinatario a Lisandro Enrique, un joven de 22 que fuera baleado en julio de 2014 en la zona del Apeadero Sur.

Benaventos, hijo de la mujer portadora de los teléfonos, purga una pena de 21 años que luego fue rebajada en una apelación a 17 años de cárcel.

Benaventos recibió su condena en agosto de 2019 por ser partícipe del crimen de Ariel “Tubi” Segovia, a quien ultimaron entre varios internos en un pabellón de la cárcel de Coronda.