Juan Carr: “Busco una camioneta blanca desde 1998”
El hecho ocurrido en la zona sur de Rosario hace algunos días generó un nuevo capítulo en una vieja historia. El titular de Red Solidaria no lo descarta, pero recuerda que en el país aún nunca fue secuestrado un niño en la calle
El presunto intento de secuestro de una nena de ocho años en la zona sur de Rosario por parte de un hombre que se trasladaba en una camioneta blanca reavivó viejos miedos y puso sobre la mesa una historia que despierta diferentes opiniones ¿Realmente existe la chata blanca que intenta llevarse a los menores? ¿Es un mito? ¿Cuántos casos similares hay en el país? El creador de Red Solidaria, impulsora de Missing Children en Argentina, habló con Rosarioplus.com y compartió sus experiencias al respecto.
“De estas historias tenemos muchas. Estoy buscando una camioneta blanca desde el año 1998. Va mutando. No la encuentro. Pero no desacredito la historia de ninguna manera”, dijo Carr, respetuoso de lo sucedido en Sarmiento al 3800 durante el último fin de semana, y soprendido por un nuevo capítulo en torno a la camioneta blanca.
“Es un fenómeno horroroso, increíble y real”, amplió el referente de Mundo Invisible. “Los relatos son siempre similares y el papá lo vive de modo real”, agregó. El punto en común en todas las historias, es que nunca nadie pudo capturar al presunto conductor de la camioneta en cuestión.
Hay un dato revelador. “En Argentina, chicos secuestrados por la calle no hay ninguno. No es Argentina un lugar donde haya secuestros de chicos, pero eso no quiere decir que no pueda pasar”, contó Carr, quien lleva 18 años como referente en la búsqueda de personas desaparecidas.
El pánico que genera la camioneta blanca
En distintos puntos del país, son varias las historias que se tejieron en torno a la camioneta que nunca nadie pudo atrapar.
“Una vez, en una localidad de Salta una adolescente llegó a su casa y no encontró a su hermano. Notó que en ese momento se iba una camioneta blanca. Durante cuatro horas se generó un pánico general en la ciudad. Resultó que el hermanito estaba debajo de la mesa, asustado por todo lo que se había generado”, contó Carr intentando explicar un fenómeno difícil de entender.