La Fiscalía pidió perpetua para los acusados de matar al “Pájaro” Cantero
Tal como se había anticipado durante el juicio, la fiscal Cristina Herrera solicitó prisión perpetua para Milton Damario y Facundo Muñoz, señalados como coautores del homicidio de Claudio “Pájaro” Cantero, ex jefe de Los Monos. Durante la presentación de los alegatos de clausura también se reclamó una pena de 22 años de prisión para Luis “Pollo” Bassi, presunto líder de la banda, en carácter de instigador del crimen perpetrado a la salida de un boliche en Villa Gobernador Gálvez.
El proceso judicial permitió conocer, a lo largo de tres semanas, los pormenores de uno de los crímenes más emblemáticos en la historia del narcotráfico en Rosario. Según se expuso durante el juicio oral, al menos dos personas balearon a Cantero y sus amigos desde una camioneta Eco Sport gris que se dio a la fuga, en la madrugada del 26 de mayo de 2013. Uno de los disparos atravesó el corazón del jefe narco, ocasionándole la muerte.
Para la Fiscalía, existía una rivalidad marcada a fuego entre “Los Monos” y la banda liderada por la Familia Bassi, asentada en Villa Gobernador Gálvez. La fiscal Herrera remarcó que las diferencias entre los grupos se originaron en la disputa territorial por el control de la venta de estupefacientes.
Esa guerra tuvo uno de sus capítulos más sangrientos cuando el “Pájaro” fue asesinado a sangre fría, presuntamente por Damario y Muñoz, quienes además hirieron de gravedad a Lisandro Mena, quien esa noche acompañaba al líder de Los Monos.
La fiscal solicitó una pena por homicidio calificado con alevosía agravada por el uso de arma de fuego, aunque en caso de que el tribunal no contemple el agravante las condenas también serían altas. Es ese escenario Herrera pidió 31 años y 8 meses para Muñoz y 31 años para Damario.
Para el cuarto involucrado, Osvaldo “Popito” Zalazar, se solicitaron 6 años de cárcel por el delito de tenencia de arma de fuego de uso civil y de fuera, pena que sumada a una anterior quedaría en 7 años.
La muerte del “Pájaro” fue apenas el inicio de una seguidilla de asesinatos. De hecho, en las 72 horas posteriores a ese crimen se registraron otros cuatro homicidios en presunta venganza por la caída del líder de Los Monos.