"La investigación no se debe centrar en cómo estaba mi mamá, sino en lo que le hicieron en la comisaría. La investigación debe definir por qué se llegó a esa situación violenta". Erika tiene 19 años y es hija de María de los Ángeles Paris, la bibliotecaria que murió en la comisaría 10, caso que está siendo investigado por la justicia. La causa aún no tiene imputados, ni detenidos, y los familiares critican a los fiscales y reclaman avances concretos.

 

"Sé que la esposaron y que tiene muchos golpes porque vi las fotos, y yo como hija conozco a mi mamá como hija. Yo creo que la mataron dentro de la comisaría, no tengo dudas", sostuvo, en diálogo con Rosarioplus.com. Y recalcó: "Si no fuera por las organizaciones que acompañan a la familia, Amsafé, la Cátedra de Criminología, esto se hubiese archivado. Hicimos movilizaciones y se lograron muchas cosas como por ejemplo una reunión con el ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro".

 

"Yo por un lado siento bronca e impotencia, porque hay cosas que se está demorando mucho. Pero por otro lado me siento esperanzada porque hay mucha gente que me está apoyando, así que estoy tratando de transformar el dolor en lucha. No se me está complicando como pensaba porque estoy muy acompañada", agradeció. "Mi mamá me dejó buenas enseñanzas en cuanto a los compromisos que tenía con sus alumnos, con la Educación y con su familia. Así que lo que me mueve es el amor que dejó en mí", aseguró.

 

Los familiares de la mujer muerta critican la labor de los fiscales. Guillermo Paris, hermano de la bibliotecaria, criticó oportunamente: “No entendemos el accionar de los fiscales. Podemos llegar a entender que son irresponsables, torpes y no son capaces, pero las cosas que suceden podrían estar hablando de hasta complicidad. Se han movido con poca celeridad e inacción. Es una gravedad tal, que es llamativo”.

 

Pero la fiscal que investiga la actuación de los policías de la seccional le salió al cruce. Karina Bartocci, de la Unidad de Violencia Institucional del Ministerio Público Fiscal, dijo que "ninguna de las pruebas fundamentales para la Fiscalía se ha perdido", y ratificó que la muerte de Paris no fue por causas violentas.