La violencia armada sumó tres víctimas fatales en un par de horas
Una mujer en Tablada, un niño en Stella Maris y un joven en barrio Acindar, los tres asesinatos con los que la ciudad terminó un lunes violento. Van 166 en lo que va de 2022.
Tres homicidios más sumaron a la cuenta negra de Rosario en la noche del lunes. Van 166 asesinatos en lo que va del año, una intensidad de violencia armada inusitada para la historia de la ciudad.
A la jornada que comenzó con la muerte de un presunto ladrón armado, a manos del dueño de una casa en barrio Agote que lo sorprendió y lo enfrentó, siguieron tres episodios más, entre las 22 y la medianoche.
Una joven mujer asesinada y un adolescente herido por 10 balazos fue el saldo de una balacera en barrio Tablada. Gabriela Gallo, de 33 años, fue blanco de una inusitada ráfaga de balas contra su casa. Ella estaba en el interior de la vivienda y los proyectiles que ingresaron acabaron con su vida en el acto. Jeremías M., de 16 años, también recibió una decena de disparos en todo el cuerpo, pero sobrevivió hasta ahora. Está internado en el Hospital Clemente Álvarez.
De los pistoleros nada se sabe.
Para la misma hora, otro ataque a balazos se desató en Génova y González del Solar, barrio Stella Maris. Allí las víctimas fueron un chico de 13 años, identificado como Lucas Vega Caballero, y dos adolescentes de 15 que resultaron heridos. Como en tantos casos, el ataque provino desde otros jóvenes a bordo de una moto en la que escaparon rápido.
A medianoche, la muerte se activó en barrio Acindar. Hombres armados desde un auto sorprendieron en avenida Francia y pasaje Lacar a Gastón Frutos, de 31 años. Le acertaron un par de balazos y se marcharon. Alguien llevó a la víctima hasta el Heca, donde falleció.
A la crónica violenta del lunes hay que agregarle también un ataque a la sede de la planta La Virginia, sobre colectora de Circunvalación y Sorrento. Alguien a bordo de un VW Gol Trend, según testigos, disparó un balazo contra el sector de oficinas.
El proyectil perforó el vidrio de una situada en el segundo piso de la fábrica. Por la hora en la que ocurrió, no hubo víctimas que lamentar. Los investigadores relacionan este atentado con el bloqueo que un grupo de hombres identificado con el Sindicato de Camioneros realizó el fin de semana a esa planta fabril, y que culminó con una veintena de arrestos policiales.