Las dudas sobre la "maldita policía" que pateó en contra de Pullaro
Agentes serán acusados por encubrimiento porque plantaron armas para beneficiar a bandas delictivas que cometieron atentados amenazando al gobernador.
El primer escándalo policial e institucional de la gobernación de Maximiliano Pullaro acaba de estallar con la detención de cinco policías detenidos y acusados de plantar armas usadas en distintas balaceras, varias de ellas con mensajes contra el propio gobernador. Este miércoles serán imputados y sin dudas se abrirá una caja de pandora.
En esa audiencia posiblemente se expongan algunas preguntas clave en la situación. ¿Qué nivel de involucramiento tiene la policía contra el gobernador?¿Cuántos agentes están dispuestos a correrle el arco?¿Para quién trabajaban? ¿Las amenazas son sólo por el duro control carcelario?
Hasta ahora se sabe que cinco policías que prestan servicio en el Comando Radioeléctrico de Rosario fueron detenidos y serán imputados por "encubrir" a bandas que durante enero pasado cometieron balaceras en distintos lugares públicos y dejaron mensajes mafiosos para el gobernador.
El 12 de diciembre fue el primer episodio. Un día después de un fuerte operativo desplegado en la cárcel de Piñero para "ordenar" los pabellones, dispararon contra el cajero Macro de Ovidio Lagos y Saavedra generando pánico entre las personas. El gobierno dijo que era la reacción que esperaban.
Días después el foco fue el Heca, casualmente, también con una pistola .40. Las coincidencias llevaron a que esta sea una de las armas incautadas en un procedimiento del Comando en Ancuña y Pedro Lino Funes el 31 de enero, operativo determinante en la causa porque fue cuando se intentó incriminar a un allegado del clan narco “los Tripis” del Fonavi Parque Oeste.
Una de esas armas, una 9 milímetros secuestrada, había sido usada para intimidar con disparos y un cartel a las TOE, fuerzas especiales de la policía santafesina. "TOE dejen de molestar. Atte los Tripi". Un nuevo elemento en la causa: señalan a otra fuerza policial en una amenaza en la que, al parecer, fue diseñada por otra rama policial como Comando Radioeléctrico.
En conclusión, la fuerza policial que tanto buscó reformar al principio de su gestión Omar Perotti y su ex ministro de Seguridad, Marcelo Sain, dio muestras cabales de que está sucia. Al menos algunos agentes. Perotti antes de retirarse dijo que el número de exoneraciones y sanciones en su mandato fueron altos, pero al parecer algo podrido sigue estando.
Las amenazas con tiros y carteles intimidatorios cesaron a la par que se avanzó con la causa y se destapó que algunos policías hacían de mano de obra de alguna banda. Pullaro puso como eje de su gestión la seguridad y avisó que conducirá a la fuerza policial. Este caso, escandaloso hasta el momento, seguramente sea un mojón del gobernador en la lucha contra el delito.