Las Maradona ampliaron el horizonte de acusaciones sobre la muerte de Diego
Le apuntan a un ex secretario del Diez y a un primo. Repararon en declaraciones suyas que podrían incriminarlos en el delito de encubrimiento agravado.
En el marco de la investigación sobre la muerte de Diego Maradona, las hijas Dalma y Gianinna solicitaron que se investigue al ex secretario del 10, Christian Pomargo, y a su primo Jonathan Espósito, ante el posible delito de encubrimiento agravado, falso testimonio o estafa procesal, informaron fuentes judiciales.
En un escrito presentado este lunes por los abogados Federico Guntin y Marcelo Sverdlik Wasrchavsky, las hermanas Maradona piden a los fiscales una “expedición de testimonios” de Pomargo y Espósito “en orden a la eventual comisión de conducta punible arrostrable para el tipo del encubrimiento agravado, falso testimonio y estafa procesal, o en su defecto para los tipos que con motivo de la pesquisa pudieren determinarse como configurativos de tipos penales”.
“Para esta altura de la colecta probatoria cabe formularse una pregunta: ¿Cómo hacer que la muerte luzca ‘natural’?”, se preguntan los letrados, dando a entender que ambos testigos mintieron en sus testimoniales del miércoles pasado.
“Los testigos, parecieran haber olvidado su compromiso con la verdad, convirtiendo al homicidio, en una mera secuencia administrativa. En definitiva, la muerte se presentaba ‘lógica’, ‘fatal’, ‘inexcusable’, solo que evitable”, sostuvieron.
Sobre Pomargo –cuñado del exapoderado y abogado del “10”, Matías Morla y socio en la firma Sattvica-, los abogados señalan que era “quien administraba la casa” y una persona que tiene “intereses económicos directos”.
De la declaración de Espósito, destacan que él mismo reconoció “administrarle la medicación” a su tío, sino también que pese a estar bajo su cuidado, afirmó que “el problema de Diego Maradona era cuando mezclaba los medicamentos con el alcohol. Cuando los mezclaba ya no podías mantener una charla”.
“Como puede advertirse, se trataba sencillamente de preparar la escena del crimen, de donde más temprano que tarde, se obtendría un fatal desenlace para la persona de Maradona. De la gloria y la idolatría por la persona, a la vulgaridad de su muerte”, señalan los letrados.
Para Guntin y Sverdlik Wasrchavsky, “las declaraciones en consecuencia, lo han sido en un marco de coberturas recíprocas, tal vez rústicas y muy burdas, al solo efecto de inducir al yerro del Ministerio Público”.
“Tanta muerte, para tan poca verdad. No hay moral en dicho solitario dolor, ni menos compasión en una muerte anunciada e intencionada”, finaliza el escrito.
En sus testimoniales del miércoles pasado ante los fiscales de la causa Patricio Ferrari, Cosme Iribarren y Laura Capra, Pomargo y Espósito complicaron a enfermeros y médicos al asegurar que ellos les advirtieron que Maradona estaba hinchado y no se levantaba de la cama y nadie hizo nada al respecto.
También se quitaron responsabilidad en el manejo de lo que sucedía dentro de las casas donde vivía el excapitán de la selección argentina de fútbol, al afirmar que todas las decisiones las tomaba el propio Maradona.
En el caso de Pomargo, este es el segundo pedido de investigación por presunto falso testimonio que acumula, ya que el abogado Rodolfo Baqué, defensor de la enfermara Dahiana Gisela Madrid, una de las siete imputadas en el expediente, lo denunció también al entender que mintió deliberadamente, cuando declaró que le pidió a su clienta que averiguara a qué podía deberse la hinchazón que tenía Maradona –signo del edema y la falla cardíaca que causó su muerte-, los días previos al fallecimiento.