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Una de las víctimas de los imputados en la megacausa sobre fraudes inmobiliarios recuperó su propiedad en Pueblo Esther luego de que la Justicia hiciera lugar a su demanda declarativa de inexistencia de la escritura.

La demandante había adquirido, en 1989, por escritura pública, un lote de terreno en Pueblo Esther. En 2014, cuando concurrió a la comuna para que le liquidaran los impuestos, debido a que no le habían llegado a su casa, una empleada le informó que ese inmueble había cambiado de dueño hacía un año.

Según pudo investigar la Justicia, el terreno había sido transferido por escritura falsificada en 2013 y realizada por el escribano Eduardo Martín Torres, hoy imputado en la megacausa. La transferencia había sido efectuada por Juan Roberto Aymo a favor de Maximiliano  González de Gaetano invocando un poder falso que la mujer nunca otorgó. A los 10 días el referente del Sindicato Único de Monteros Argentinos vendió la propiedad por boleto y el comprador, 3 días después, cedió los derechos a una mujer.

La verdadera propietaria sostuvo que jamás otorgó poder especial a Aymo, que nunca fue su intención vender y que no participó de acto de transferencia. Por esto, la jueza en lo civil y comercial Mónica Klebcar hizo lugar a la demanda declarativa de inexistencia de la escritura y dispuso que el terreno sea restituido a la mujer que había sido estafada.

Además, resolvió poner en conocimiento de la resolución al Registro de la Propiedad y al Archivo de Protocolos del Colegio de Escribanos.

La denominada megacausa comenzó en octubre del año pasado, cuando se conocieron públicamente las estafas con propiedades que consistían en generar escrituras falsas con las que se lograba cambiar la titularidad de los inmuebles en el Registro de la Propiedad. La maniobra era concretada por escribanos que se prestaban a la confección y certificación de las escrituras falsas. Luego, personas de poder económico compraban esas propiedades a precios irrisorios.