Murió asesinada por error en la placita por la que tanto pidió a la Muni
Graciela Carrizo, de Molino Blanco, luchó años para que la Municipalidad ponga banquitos y juegos en el barrio y así mejorar el entorno para los más chicos. Sentada en uno de esos bancos, recibió un disparo cuando quiso proteger a su nieta de una balacera. Piden que se haga una plaza y lleve su nombre.
Tres y media de la tarde de un domingo de invierno lleno de sol. Como muchos rosarinos, Graciela Carrizo, quiere aprovechar el buen clima para tomar unos mates al aire libre. Prepara el termo y cruza con tres de sus nietos hasta los banquitos de hormigón que están frente a su casa, sobre el pasaje 544, con la avenida de Circunvalación de fondo. El confín sur de Rosario. En eso andaba cuando dos hombres pasaron en bicicleta. Uno tenía una pistola. Detienen la marcha y el que está armado empieza a disparar.
Los tiros fueron quince en total y buscaban a Jonatan Sneider, vecino de 31 años que pasaba por el lugar. Dieron con su objetivo, porque el hombre falleció. Y también llegaron a Graciela, que estaba sentada varios metros detrás, en la misma línea de fuego.
Este lunes, mientras hacían los trámites para el velorio, los familiares contaron la historia de Graciela. "Mi mamá hacía 35 años que vivía acá. Luchó toda su vida para que hubiera acá en el barrio un lugar para estar al aire libre, con bancos, con juegos, con árboles. Ayer a la tarde estaba sentada tomando mate con sus nietas cuando pasaron dos chicos tiroteando. Ella se ligó una de las balas y murió", le dice Joana, una de sus hijas, al móvil de la Sí98.9.
Alrededor hay varios vecinos y algunos de los nietos. Para todos, estos son "los banquitos de la Graciela" y la conmoción es grande en el barrio. Es que todavía quedan restos de sangre debajo de donde ella recibió ayer el impacto de bala. "Quiso proteger a su nietita. Que cuando pararon los que dispararon, justo los vio y dijo 'Abuela, los señores tienen una pistola'. Unos segundos después, ella estaba tapando con su cuerpo a la nena para que no le pegue alguna bala de rebote y uno de los tiros le dio a ella", cuentan con dolor.
Ahora, el barrio pide a la Municipalidad que se pongan luces para que haya más seguridad de noche. También sueñan con concretar el proyecto que tenía Graciela: "Ella lo último que venía pidiendo era de poner hamacas y juegos, para que esto sea una placita. Y si se hace, quisiéramos que lleve su nombre, para recordarla", explica Joana, entre lágrimas.
En Rosario en lo que va del año ya hubo 201 homicidios, el peor promedio de la historia. La mayoría de esos crímenes quedaron sin resolverse, aunque los investigadores señalaron a RosarioPlus que en este caso estaría identificado el autor de los disparos: prófugo, podría ser detenido en las próximas horas.