Policías y soldados mataron a ocho partidarios del ex presidente Evo Morales en Cochabamba luego de que la autoproclamada mandataria Jeanine Áñez advirtiera que el Ejército está preparado para enfrentar las crecientes protestas.

Las manifestaciones y la represión amenazan los esfuerzos del gobierno interino de pacificar el país y de lograr reconocimiento internacional luego de que un amotinamiento policial y un pronunciamiento militar forzaran la renuncia de Morales y su asilo en México, la semana pasada.

El pasado viernes miles de productores cocaleros que apoyan a Morales intentaron ingresar a la ciudad central de Cochabamba desde el vecino municipio de Sacaba, pero soldados y policías se lo impidieron a los tiros, dijeron autoridades y manifestantes.

Ocho manifestantes murieron, 125 resultaron heridos y 110 más fueron detenidos, dijo el representante en Cochabamba de la Defensoría del Pueblo, Nelson Cox, a CNN en Español.

La jornada fue la más violenta en Bolivia desde el comienzo de protestas derivadas primero del discutido triunfo electoral de Morales del 20 de octubre y luego de su renuncia obligada, el domingo pasado, y su asilo en México, adonde llegó el día siguiente.

Al menos 21 personas han muerto por la crisis, 18 de ellas desde la renuncia de Morales.

Autoridades hospitalarias de Sacaba dijeron que la mayoría de los muertos presentaba heridas de bala y que se trataba del peor episodio de violencia visto en la región en 30 años.

Indignados, manifestantes y familiares de las víctimas se congregaron en el lugar donde ocurrieron los hechos.

Desde México, Morales denunció una "masacre" en Sacaba y describió como una dictadura al gobierno interino liderado por Áñez. "Ahora están matando a nuestros hermanos en Sacaba, Cochabamba", agregó.

Ayer, Áñez dijo que si Morales regresa a Bolivia deberá enfrentar a la Justicia por posibles cargos de fraude electoral, pese a que el líder socialista afirma que sigue siendo el presidente porque el Parlamento boliviano, controlado por su partido, no ha aprobado aún su renuncia.

La senadora Áñez, que ha prometido convocar elecciones para normalizar la situación institucional, agregó que Morales no podrá ser candidato, aunque sí podrá participar su fuerza política, el Movimiento al Socialismo (MAS).