Piden prisión perpetua para un policía que mató en un allanamiento ilegal
En busca de un prófugo entraron sin orden judicial a una casa de zona sudoeste. El dueño pensó que eran ladrones y salió con un machete. Uno de los policías lo mató con un escopetazo a quemarropa, y luego falseó el acta de procedimiento para mentir las irregularidades de su intervención. Hoy empezaron a juzgarlo.
El fiscal de la Unidad Homicidios Adrián Spelta pidió este lunes la pena de prisión perpetua para un oficial de policía que en enero de 2021 ultimó a un hombre en su casa del sudoeste de Rosario, al irrumpir sin orden judicial durante la búsqueda de un fugitivo, y falsear luego la escena del crimen.
Se trata del policía Miguel Ángel Yaskievicz, de 44 años, que este lunes comenzó a ser juzgado en el Centro de Justicia Penal por los delitos de homicidio doloso calificado, abuso de su función policial, en concurso real con allanamiento ilegal. Por todo ello, el fiscal le pidió al tribunal integrado por Lorena Aronne, Gonzalo López Quintana y Carlos Leiva que se condene al imputado a prisión perpetua.
En el caso se encuentra ya condenado otro policía, compañero de Yaskievicz. Es Roque Moretti, sentenciado en juicio abreviado a 3 años de prisión condicional e inhabilitación por 6 años por encubrimiento doblemente agravado, falsedad ideológica de documento público y allanamiento ilegal.
El caso que se juzga fue trágico. En la madrugada del 13 de enero de 2021, Yaskievicz y Moretti fueron enviados desde la central 911 a la zona de Patagones al 4100 (Avellaneda a esa altura), en la villa conocida como Vía Honda. Debían apresar a un hombre por amenazas calificadas contra su ex pareja y violación de la orden judicial de restricción perimetral respecto de la mujer.
En el patrullaje por la zona, ambos policías obtienen el dato de que el hombre buscado estaría oculto en casa de sus padres, en pasaje 1821 al 4900, unas 6 cuadras hacia el sur. Fueron hasta allí y entraron sin permiso, abriendo la puerta a patadas y cruzando el patio delantero. Rompieron las dos puertas que encontraron de la misma manera, y para entonces alertó al matrimonio que para esa hora dormía ajeno a todo.
El dueño de casa, un carpintero paraguayo identificado como Rafael Venialgo Acosta, se asomó alarmado y con el machete en la mano, al suponer que se trataba de un asalto. En ese instante, Yaskievicz introdujo el caño de la escopeta antitumultos a través de una puerta y gatilló dos veces. Uno de los disparos le acertó a Acosta en la cara. Lo mató en el acto.
Luego, Yaskievicz falseó el acta de procedimiento, con anuencia de su compañero. Escribió que ambos habían ingresado al domicilio luego de ver a dos masculinos correr hacia esa finca, en el lugar tuvieron un forcejeo con dichas personas y que él perdió el equilibrio en esa faena y así se le escapó un tiro de su arma, con la fatalidad de que le causó la muerte a Acosta.
El peritaje posterior, y las declaraciones de la viuda de la víctima, esclarecieron la situación y ambos policías pasaron a ser imputados por el asesinato.