Quedó preso el joven que atropelló y mató a dos motochorros
El joven acusado de atropellar y matar a dos personas que intentaron asaltarlo fue imputado en la mañana de este domingo. El juez no dio lugar a las figuras de legítima defensa ni emoción violenta y se consideró que hubo intención de matar.
Este domingo por la mañana se realizó la audiencia imputativa contra Diego Pablo Claudiano, acusado de atropellar y asesinar con su camioneta a dos jóvenes que minutos antes le habían robado su mochila en la que contenía dos mil dólares. El juez Ramón Lanzón le imputó la figura de homicidio simple, no consideró el atenuante de emoción violenta y dictó la prisión preventiva por 60 días.
Tras una descripción de la secuencia de los hechos ocurridos el día jueves, cerca de las 16.30, el fiscal Patricio Saldutti pidió que se lo impute bajo la figura de homicidio simple, argumentando la intención manifiesta que se desprende de las pruebas recabadas. En este sentido se mostró las imágenes capturadas por una cámara de seguridad del lugar, en que se ve, a entender de la fiscalía, "la determinación del acusado en el momento de atropellar y dar muerte a los dos jóvenes".
La defensa no coincidió con la figura de homicidio simple afirmando y aseguró que no hay evidencia que demuestre que hubo intención de matar. "No hubo dolo de matar, porque la secuencia muestra que él puso en riesgo incluso su vida. No se dirigió tampoco a los atacantes en busca de lo que le habían robado, sino que pidió ayuda y una ambulancia", afirmó el defensor Pablo Rajmil.
"No es un asesino y no es un caso de justicia por mano propia", añadió. En este sentido el abogado esbozó el marco de la legítima defensa y no descarto que Claudiano haya actuado bajo una emoción violenta. Sin embargo, ambas cosas fueron desacreditadas por la fiscalía y también por el juez, al menos provisoriamente por falta de elementos que así lo demuestren.
De hecho Ramón Lanzón se basó en el testimonio de una mujer, parte de la fuerza policial, que llegó al lugar para las actuaciones correspondientes y describió que si bien Diego Claudiano estaba con un estado de nerviosismo propio del hecho, era consciente de la gravedad de sus actos al tomarse la cabeza y repetir reiteradas veces '¿qué hice?, ¿Qué hice?'.
Mientras esto sucedía, en las afueras del centro de justicia penal, se concentró un grupo importante de familiares, amigos y vecinos para pedir la liberación del joven, al que consideran un justiciero. "Liberen a Diego", "Diego somos todo" son algunas de las expresiones que se leían en los carteles que los manifestatntes llevaron.
El juez Ramón Lanzón ratificó el pedido de la fiscalía e imputó a Diego Claudiano por homicidio simple, afirmando que "no es esta la instancia en que estamos definiendo si es culpable o no, sino una instancia de imputación para abrir camino a la investigación". Sin embargo entendió que por la gravedad de los hechos por los que se lo acusa y la importancia de la pena en caso de ser considerado culpable, era conveniente el dictado de prisión preventiva, no sin plazo como lo pedía la fiscalía, sino por 60 días, "plazo más que suficiente para que se avance en la investigación y definir nuevas medidas".