Sentencia: el taxista mató a un chico como "exceso de legítima defensa"
Un tribunal oral condenó este miércoles a un taxista como culpable del asesinato de un adolescente que el 20 de setiembre de 2015 lo asaltó al término de un viaje, en Donado al 900 y que él repelió con balazos.
Los jueces Mariano Alliau, Gonzalo López Quintana y Facundo Becerra sentenciaron a Enrique Romero, de 41 años, a la pena de tres años de prisión efectiva por el delito de "exceso de legítima defensa y portación ilegítima de arma de fuego". Pero el acusado quedará en libertad porque está bajo prisión preventiva desde un tiempo similar al de la condena, y por lo tanto se la considera cumplida.
La querella por parte de la familia de la víctima -Brian Aguirre, de 15 años- quedó disconforme con el fallo porque había considerado que se trató de un homicidio simple, ninguna "legítima defensa". Es probable que los deudos apelen en segunda instancia. Fiscalía también consideró que fue un homicidio y tenencia ilegítima de arma de fuego. El fiscal Adrián Spelta había pedido una condena de 15 años de prisión.
Aquella madrugada, el adolescente y tres amigos departían juntos en un bar de Santa Fe y Vera Mujica. A las cinco decidieron regresar a casa, por lo que abordaron un taxi. Al volante iba Romero. Se hicieron llevar hasta Fisherton Sur, pero al llegar a Donado y Cochet, al momento de pagar el viaje, hubo un episodio con diferente relato según quien lo cuente.
Romero dijo que el pasajero que estaba detrás suyo lo tomó del cuello y los otros le robaron la billetera y un botinero. Dos de los jóvenes que sobrevivieron esa noche contaron que menos de un minuto después escucharon unos cinco disparos. Cuando se alejaban, el taxista tomó un arma y disparó cinco veces. Dos balas le acertaron a Brian Aguirre en el pecho. Murió en el lugar. Romero, en tanto, acudió a la subcomisaría 22ª, en Forest y Donado, y denunció sólo el asalto que había sufrido.
Durante el juicio fue acusado por el fiscal Spelta. El abogado de Romero fue Gabriel Navas, quien pidió su absolución por considerar que había actuado en legítima defensa.