El cuerpo de Andrés “Pillín” Bracamonte fue retirado este lunes por la noche del Instituto Médico Legal, con rumbo desconocido al principio. Y sobre la mañana del martes pudo averiguarse que el destino final fue el cementerio privado El Prado, en la ciudad de Pérez.

En el propio edificio forense empleados confirmaron el operativo que se realizó hacia las 10 de la noche del lunes, de manera repentina y sin revelar el destino final del cadáver. La fuente aseveró que el motivo del hermetismo y de tantas precauciones fue la posibilidad de que hubiera un atentado contra el cortejo.

Una camioneta sin identificación oficial partió rauda desde el edificio de Tres de Febrero y Avellaneda hacia el predio sobre la ruta 33, en el ingreso a Pérez.

El féretro con el cuerpo de Bracamonte quedó en el crematorio, a la espera de la autorización judical para proceder a su sepultura.

Ayer se comentaba que el jefe de la barra brava de Central no tendría velatorio y que la intención de familiares era cremarlo, según era su deseo en vida. 

Pero como la muerte de Bracamonte fue violenta, la cremación no se admite mientras haya investigación judicial abierta. 

En cambio, el cuerpo de Raúl Daniel Atardo –asesinado en el mismo hecho junto a Bracamonte– sí había sido retirado en la mañana del lunes, luego de la autopsia, pero bajo un férreo operativo de seguridad en torno del coche fúnebre, y finalmente sepultado en el cementerio El Salvador.