Un sicario de Los Monos en la Comisaría 15, la pista del incendio al patrullero
Mirko González, prófugo por un crimen de 2022, cayó detenido la semana pasada por el robo de una moto. Por falta de lugar en las cárceles quedó alojado en la seccional policial de barrio Matheu. El propio gobernador admitió la saturación del sistema.
En la madrugada del último miércoles, desconocidos llegaron con un VW Bora negro hasta la puerta de la Comisaría 15ª en Sarmiento y Ameghino. Tiraron una molotov y rociaron con combustible una camioneta Amarok de la policía, que empezó a arder. Fue a las 3 de la mañana, en medio de una llamativa pasividad de los uniformados, que persiguieron sin éxito a los autores del hecho. Dentro de la seccional, mientras los agentes buscaban algún matafuegos para evitar la pérdida total del vehículo siniestrado, había un detenido de renombre. Y según coincidieron calificadas fuentes en diálogo con RosarioPlus, su presencia allí es una de las hipótesis a investigar para hallar explicaciones al incendio. Se trata de Mirko González, que había sido imputado pocas horas antes como presunto ejecutor de un crimen por encargo para la banda Los Monos.
“Vos te preguntarás qué hacía un sicario de Los Monos en una comisaría y la respuesta es que no tenemos lugar. No había adónde alojarlo, tenemos el sistema penitenciario saturado”, confió a RosarioPlus una fuente que pidió reserva y confirmó el dato. González, conocido como “Puto Mirco” en las escuchas judiciales, tiene relación con Lucho Cantero y habría sido el autor material del homicidio de Ulises Gamarra, en febrero de 2022. Por ese crimen ya había habido imputaciones el año pasado, a cargo de la fiscal Marisol Fabbro, pero Mirko estaba prófugo. Hasta que cayó la semana pasada, por el robo de una moto.
Según reseñó el parte policial, a la Policía de Acción Táctica (PAT) le pasaron “un dato de calle” sobre una moto que habían robado en Centeno al 2000, en la noche del 26 de marzo. Y cuando llegaron a un pasillo de Moreno y Chuquisaca vieron cuatro sospechosos a los que siguieron. Al requisarlos, les encontraron dos pistolas calibre 22 y 9 milímetros, más varias municiones. Uno de los que cayó ese día, fue el mencionado Mirko.
A los otros tres jóvenes, de entre 16 y 20 años, se les imputó la tenencia de armas y la moto que habían robado. A González se le sumó la participación en el crimen de Gamarra, con evidencia de que había existido hacia él un pedido de Lucho, hijo del “Pájaro” Cantero, para que cometa aquel crimen.
La muerte de Gamarra
El hecho ocurrió la noche del 23 de febrero de 2022. Varios vecinos de la cuadra de San Francisco Solano al 2500, a pocas cuadras del Casino City Center, habían llamado al 911 contando que habían escuchado disparos y diciendo que se veía “un auto blanco con una persona herida dentro”. Era Ulises Gamarra, de 23 años, que había muerto ahí mismo, en el asiento del conductor y como consecuencia de los tiros. Cuando llegó la Agencia de Investigación Criminal, detectó que en el vehículo había 24 mil dólares y varios miles de pesos. ¿Lo habían citado al lugar y alguien lo había traicionado?
La fiscal Marisol Fabbro fue la encargada de investigar el homicidio. Ulises llegó a la cita y esperó escuchando música, hasta que llegaron tresnjóvenes con los que intercambió unas palabras. Segundos después, le disparaban y se escapaban en una moto. Eran cerca de las doce de la noche. Antes de morir, la víctima forcejeó con sus atacantes e intentó escapar, pero el auto se subió a la vereda y dio contra un árbol. Ya le habían disparado y eso fue lo último que pudo hacer Ulises. Entre los tiradores, para la justicia, estuvo “Puto Mirco”.
De Gamarra, lo que pudo reconstruir la investigación fue que su novia Miriam había sido antes pareja de “Teletubi” Delgado, condenado por el triple crimen de Villa Moreno. Y que pocos meses del episodio fatal de febrero de 2022, la misma mujer habría tenido una discusión con Lucho Cantero, que podría haber derivado en el crimen de Gamarra. Ella misma, inclusive, fue objeto de un par de atentados: el último el 22 de marzo pasado, cuando balearon un kiosco suyo en barrio Las Delicas y ella terminó herida.
Un sistema al borde de su capacidad
Con todos estos antecedentes, es llamativo que Mirko González haya ido a parar a la Comisaría 15 tras ser imputado por aquel crimen de 2022. Pero como se refleja al inicio de esta nota, el sistema está al borde de la saturación, los propios funcionarios del Servicio Penitenciario lo advierten cada vez que pueden.
En el móvil de la Sí98.9, pocas horas después del incendio de la camioneta policial, se le pidió a Omar Perotti una reflexión sobre el hecho de tener un sicario imputado por un crimen en una comisaría de barrio. Y el gobernador respondió: “Se han mejorado las plazas en el sistema carcelario, pero el nivel de detenciones no cesa. Claro que no están en las condiciones óptimas dentro de una comisaría. Pero seguramente el peor lugar donde pueden estar, es en libertad. Además, tenemos más de 600 presos federales en nuestro servicio penitenciario. Y entonces los lugares que no deberían ser de detención lo están siendo. Pero si no, los deberíamos dejar libres y tengo en claro que la sociedad no los quiere libres”. Sobre los autores del incendio, el mandatario provincial dijo: “Son lacras a las que no les importa nada”
Otra de las consultadas por el tema fue la Defensora Pública Provincial, Jaquelina Balangione. En diálogo con RosarioPlus, reveló que en las cárceles santafesinas hay una fuerte superpoblación, con más presos que lo que el sistema admite y “el 80 por ciento de ellos, con reincidencia”.