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La fiscal Valeria Piazza Iglesias investiga la muerte de una mujer de 65 años cuyo descubrimiento tuvo ribetes macabros, este miércoles por la tarde en la vivienda que habitaba en barrio Ludueña: el cuerpo apareció desmembrado y comido por los perros que convivían con la mujer. 

Un sobrino de la dueña de casa, Diego D., de 31 años, llamó a la policía al domicilio de Formosa al 300 bis, una construcción de dos plantas que él compartía con su tía, Gladis D.

El hombre dijo que hacía días que no tenía contacto con su tía. Él reside en la planta alta, y la mujer ocupaba la planta baja. Ayer a las 18, al bajar por la escalera, divisó en el patio de su tía lo que sería un brazo humano. Horrorizado, llamó a la policía.

Los agentes tuvieron que traer colegas de la sección Perros para poder entrar. Es que las dos mascotas de la casa estaban sumamente agresivos ante la irrupción de los policías, intrusos al fin de cuentas.

Una vez que contuvieron a los animales, los agentes entraron y encontraron en el interior de la casa el cadáver de la mujer, ya en estado de descomposición, mordido y desmembrado por los perros.

La fiscal aguarda el informe forense para determinar la causa de muerte, que habría sido anterior al ataque de los canes.