Un bien escaso: por la crisis hídrica piden un consumo responsable y solidario del agua potable
Aníbal Faccendini, de la Cátedra del Agua de la UNR, señaló que estos momentos de dificultad "debemos cuidar este recurso", al que consideró un bien público y un derecho humano inalienable.
El humedal del Paraná tiene una enorme importancia y las quemas indiscriminadas de los últimos meses están afectando su fauna, flora y la totalidad de su ecosistema. A ese escenario se le suma una bajante del río imparable por la falta de lluvias en el alto Brasil, que hace de la navegación por nuestro río una actividad nada aconsejable.
El subgerente de Sistemas de Información y Alerta Hidrológico del Instituto Nacional del Agua (INA), Juan Borús, aseguró hace unas semanas en Sí 98.9 que, si bien el río Paraná mejoró en su caudal, registra una bajante histórica desde hace meses. Según el especialista, la "perspectiva climática no nos favorece para nada y la sequía continuará, porque por lo pronto las posibilidades de lluvias serán escasas”.
En ese sentido, Aníbal Faccendini, director de la Cátedra del Agua de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), dijo este miércoles en Muy rico todo por Sí 98.9 que esta extensión del fenómeno de La Niña afecta varias aristas, empezando por la extracción de agua para el consumo humano. De allí la importancia del consumo solidario de este recurso en una bajante que “se prolongó mucho más de lo esperado”.
Los augurios del especialista no son buenos. Faccendini sostuvo que se espera que esta crisis hídrica y climática se extienda al año que viene. Y recordó que en 1944 y finales de la década del '60 hubo una situación parecida a la actual, aunque lo que sucede ahora es “mucho más prologando”. “Esta situación amerita a un estudio profundo, comparativamente, respecto a estas fechas, pero también analizando cuánto es que hay en esto de la crisis climática”, sugirió.
Sobre el agua, como manifiesta habitualmente en su mensaje como docente, aseguró que se trata de un bien público que está por encima de la economía, para el beneficio de la humanidad. En tanto, apuntó que el impacto de la falta de agua repercute de manera directa a más de 10 millones de personas, que se le suman la comunidad biológica e ictícola.
“Al agua hay que cuidarla en serio y no como un mero discurso o por que decirlo queda bien. Hay que cuidarla porque es un bien escaso, de difícil acceso y que está en crisis en este nuevo siglo”, marcó y advirtió que en el mundo quedan pocos lugares con posibilidades de obtener agua para consumo humano.
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