Avalancha de ingleses a los pubs en la víspera de una cuarentena estricta
Los pubs y los restaurantes en toda Inglaterra se llenaron en la noche del miércoles con gente ávida por disfrutar una última comida o salida con amigos, antes de que entrara en vigencia este jueves un nuevo confinamiento en esa parte del Reino Unido para tratar de contener la segunda ola de coronavirus.
Grandes multitudes de consumidores se volcaron también a las calles de las principales ciudades inglesas para hacer compras de último momento en tiendas y negocios de productos no esenciales que de ahora en más cerraron sus puertas durante cuatro semanas.
El Gobierno británico ordenó el segundo confinamiento del año en el Reino Unido para intentar frenar el avance de una segunda ola de coronavirus, y el Parlamento dio su aprobación anoche con 516 votos contra 38.
Las calles del Soho, uno de los barrios más famosos del centro de Londres, estaban abarrotadas de gente anoche, mientras que una gran presencia policial intentaba dispersar a los bebedores cuando llegó el toque de queda, a las 22.
Grandes multitudes también se juntaron fuera de los pubs en ciudades como Cambridge, Birmingham, Leeds, Newcastle y Brighton, donde dos personas fueron detenida después de que un hombre sufriera heridas graves en una pelea que involucró a unas 20 personas, según consignaron los medios locales.
Algunos pubs, como los de la cadena Wetherspoons, ofrecían vasos de cerveza cuyo precio promedio es de 5 libras (unos 7 dólares) a 99 peniques (1,3 dólares), para evitar tener que tirar litros de esa bebida tras el cierre de sus locales.
Los centros comerciales como John Lewis, Currys PC World y la cadena de juguetes Entertainer ampliaron sus horarios de apertura para hacer frente al aumento de la demanda antes de las nuevas restricciones.
Según consignó la BBC, los centros comerciales en particular registraron un gran aumento de clientes del 19,9%, respecto a la semana anterior.
La afluencia fue mucho mayor en los centros comerciales y negocios minoristas, dijo la consultora Springboard, que aseguró que la gente se apresuró a realizar compras navideñas.
Desde hoy y hasta el 2 de diciembre las tiendas de productos no esenciales, pubs, bares, restaurantes y gimnasios permanecerán cerrados.
Los británicos tienen prohibido juntarse en interiores o jardines privados, con algunas pocas excepciones.
Sólo podrán salir a las calles para hacer ejercicio, ir al supermercado o comprar medicamentos.
Las personas que desobedezcan las nuevas restricciones en Inglaterra se enfrentarán a fuertes multas, advirtió hoy el ministro de Justicia, Robert Buckland.
Las personas que organicen grandes reuniones enfrentan una multa de 10.000 libras (13.000 dólares).
Mientras tanto, el Banco de Inglaterra anunció que inyectará 150.000 millones de libras esterlinas (196.000 millones de dólares) adicionales para incentivar la economía golpeada por la pandemia.
El número de muertos por coronavirus en el Reino Unido aumentó ayer en 492, casi 100 más que el aumento del día anterior, el más alto desde el 19 de mayo, cuando se reportaron 500 muertes.
La cifra oficial de muertes por coronavirus del gobierno en el Reino Unido desde que comenzó la pandemia es ahora de 47.742.
Yvonne Doyle, directora médica de Salud Pública de Inglaterra, dijo que las muertes seguirán en aumento durante las próximas semanas y que se necesitará un tiempo para que se note el impacto de las medidas.
"El Reino Unido enfrenta un desastre médico y moral a menos que se tomen medidas duras ahora para detener la propagación del coronavirus", dijo ayer el primer ministro Boris Johnson, en el Parlamento.