Clubes de barrio piden celeridad en la entrega de subsidios
Remarcan que el papeleo en la Provincia es demasiado engorroso para obtener las personerías jurídicas, requisito fundamental para acceder a la ayuda económica.
La pandemia resultó un obstáculo para el trabajo social de los clubes, pero hoy las ganas siguen intactas. Tras los anuncios del gobernador Omar Perotti por la incidencia del aumento de casos en la segunda ola de covid, los clubes deberán repensar nuevamente sus estrategias. Seguirán con los entrenamientos, sin competencia, y respetando la veda de circulación que comienza a las 21.
Sin embargo hay otro problema aqueja a estas instituciones: la falta de respuesta de la Provincia en el caso de quienes llevan adelante la normalización de sus actas y papees para poder funcionar como corresponde. Según contaron, algunos trámites llevan más de tres años esperando una respuesta.
Karen Hoffman, presidenta del Club Atlanta, explicó en una entrevista con Si 98.9 que la situación actual es bastante complicada, ya que en los clubes de barrio nada es fácil. “Después del año pasado con el párate de la pandemia donde a todos nos fue muy mal, recién este año logramos retomar las actividades con lo que teníamos porque la gente se fue perdiendo, y regresaron pero no todos”, manifestó en cuanto a la pandemia.
Luego relató que en este contexto los dirigentes de 17 instituciones barriales se reunieron semanas atrás para hacer un balance de los problemas que afrontan en el marco de la crisis sanitaria y económica. Entre los pedidos aseguran que el Estado le genera mucha burocracia a la hora de gestionar las personerías jurídicas para solicitar subsidios, tan necesarios en un contexto desatado por la emergencia derivó en graves problemas económicos para las instituciones intermedias.
“Hay subsidios y programas, pero solo pueden quienes tienen personería jurídica. Nosotros la estamos tramitando hace mucho tiempo, desde el 2017”, lamentó Hoffman. Que dijo luego que pandemia de por medio se comprende la situación, pero que es aún peor la burocracia y los “tramites que hacen tan pesado un procesos de normalización” lo que debería ser algo más sencillo.
Quien regula los clubes y lleva a cabo estos trámites es la Inspección General de Personas Jurídicas de la Provincia de Santa Fe (IGPJ), cuestionada por su accionar en muchas ocasiones, además por la lentitud con la que lleva adelante sus diligencias. Ante las trabas para este tipo de instituciones pequeñas, la presidenta del club de zona oeste lanzó su queja y afirmó que le parece inentendible que esto suceda ante la importancia social que tienen estas instituciones en las comunidades que pertenecen.
“Sacar a los pibes de la calle no es menor para nada. En el discurso los políticos, sin ser injusto con algunas personas que se nos acercan y colaboran, generalmente se habla de la importancia de los clubes de barrio, pero después eso en la práctica no aparece”, marcó la referente barrial. A la vez agregó que a la hora de colaborar con el desarrollo integral de los clubes y su recuperación no son bien recibidos por quienes representan al Estado.
En ese sentido expuso que muchas veces, cuando van a realizar trámites, no son respetados ni bienvenidos por quienes deben resolverles los problemas, cuando según Hoffman, los clubes tienen una enorme importancia por ser formadores de ciudadanía. “Lo que pedimos es que ese discurso de la boca para afuera se vea reflejado en la realidad”, sostuvo.
Asimismo precisó que la IGPJ cuenta con poco personal para resolver estas situaciones, pero que en el caso de Newells y Central “es muy diferente” por su posición de privilegio. “El Estado pone poca gente para encargarse de un montón de cuestiones, son solo dos personas. Uno no quiere caerle a esta gente, pero no alcanza”, subrayó la dirigenta.
El club Atlanta se fundó en 1935. Ubicado en calle Santa Fe al 4400 supo ser la sede local del bohemio de Villa Crespo, Buenos Aires. Como otras instituciones barriales tambaleo a fines de los ’90, pero la inercia de los vecinos del barrio y un grupo de jóvenes lo puso de nuevo en el mapa. Desde hace cinco años una nueva comisión llegó para darle vida a la institución.
Ajedrez, básquet, vóley, talleres de danzas, son algunas de las tantas opciones deportivas y culturales que actualmente se realizan en el club. El deporte como herramienta de inclusión, pero ante todo, el club como un espacio necesario para poder encontrarse.
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