Cómo hacen para robar autos con inhibidores de alarma y cómo prevenirlo
Hubo más de 900 denuncias de robo de autos en Rosario en la primera mitad del año. De esas, muchas refieren al uso de inhibidores de señal por parte de ladrones furtivos que operan cerca de la víctima y pasan desapercibidos. Aquí hablan especialistas, explican las variantes y los recaudos a tomar. El plan preventivo que el Concejo aprobó y no se aplicó todavía.
El uso de inhibidores de señal para el robo de autos es una práctica popularizada en la última década y con un crecimiento exponencial en Rosario desde 2018 en adelante, según los registros penales. La población, sin embargo, aún no lo tiene incorporado del todo a su menú de posibilidades para deambular –o estacionar, mejor dicho– por estas calles. Hace dos años el Concejo sancionó la creación de una campaña de concientización que el Ejecutivo municipal jamás puso en práctica.
Esta modalidad delictiva se vale del descuido de quien estaciona su vehículo y se aleja sin advertir la cercanía de alguien que con disimulo interfiere en la señal de cierre y alarma del coche. El auto, entonces, queda abierto y cuando su dueño desapareció, el ladrón aprovecha para abrirlo con toda normalidad y sustraer lo que de valor encuentre.
Es un hurto sin violencia contra las personas, ya que el delito se comete cuando el propietario del auto no está presente, y si bien en un principio era más frecuente en estacionamientos y centros comerciales, ya se ha trasladado a los vehículos estacionados en la vía pública, generalmente en la puerta de escuelas, clubes, bancos y gimnasios.
Entre enero y agosto de 2023, se registraron en Rosario unas 942 denuncias por robo de automóviles (un promedio de 4 por día), cifra 28% superior a la registrada en el mismo período del 2022 (736), según los datos de la Dirección Nacional de Registros Nacionales de la Propiedad Automotor y Créditos Prendarios (DNPRA).
La estadística general de vehículos sustraídos no discrimina los casos en los que se utilizó este ardid de inhibir la señal de cierre. Además, se contempla el hecho de que no todos los damnificados radican la denuncia y, por lo tanto, quedan fuera de la suma.
¿Qué es un inhibidor y cómo funciona?
Un inhibidor de señal es un aparato electrónico del tamaño de un celular. Por lo general, se lo encuentra con forma de un handy común. Su función delictiva es anular la comunicación a distancia entre el llavero y el auto, evitando que se active el cierre centralizado del vehículo y dejándolo, por ende, sin alarma ni trabas. Esto lo logra emitiendo una señal más potente que la de la llave dentro de su misma frecuencia de comunicación. Así el delincuente consigue bloquearla e interrumpir la activación de los sensores de la alarma.
Este tipo de delitos suelen cometerlos desde una hasta tres personas. En el reparto de tareas está quien se encarga de inhibir la señal, otra de hacer de campana y una tercera de ingresar al vehículo. Como el inhibidor puede ser activado desde 10 hasta 100 metros de distancia, este accionar ocurre en el más completo silencio y fuera de la vista de la víctima del delito, que solo puede darse cuenta de que está siendo blanco del hecho malicioso si toma ciertos recaudos antes de alejarse definitivamente del auto.
Sin embargo, y aunque para todos se debe tomar el mismo tipo de cuidados, el mencionado es solo uno de los tres tipos de usos que los delincuentes le dan a esta clase de tecnologías.
Interrupción, clonación, posesión
Un dispositivo inhibidor de señal también sirve para una variante de este delito: la clonación de la llave o de la computadora matriz del vehículo. En diálogo con RosarioPlus.com, Nicolás Ranieri, miembro de la Asociación Internacional de Investigadores del Robo de Autos (IAATI LatAm), explicó que en esta modalidad lo que los delincuentes hacen, en lugar de inhibir la señal, es crear una copia de la misma.
“Cuando la persona se baja del auto con el llavero presencial, que está emitiendo señal constantemente con el vehículo (con un alcance cercano a los dos metros), el delincuente dentro de ese rango de distancia intercepta la misma y obtiene una copia, que luego le asigna a una llave ficticia”, explicó. Así, el ladrón puede abrir y cerrar la puerta a su antojo con la llave pirata.
La diferencia entre la primera y la segunda modalidad -en el caso del robo de pertenencias- es que en la primera uno llega a su auto y lo encuentra destrabado (con lo que empieza a pensar en si fue un olvido suyo al no cerrarlo efectivamente bien o qué pasó), mientras que en la segunda la víctima llega y encuentra el vehículo correctamente cerrado, con lo cual no se entera del delito hasta que se da cuenta de que le faltan cosas.
Dentro de esta modalidad, además de la copia de llave, también existe la clonación de la computadora matriz del auto. “Los delincuentes van con una computadora especial, de cerrajero, donde se meten en los puertos USB del vehículo y ahí copian lo que es la información de la Ecu, con la que directamente pueden usar el auto para llevárselo. En algunos casos, como por ejemplo en camionetas de alta gama, levantan el capó, sacan la Ecu, ponen una Ecu melliza y ahí ya directamente se van con la camioneta y después trabajan sobre la que robaron”, explicó el integrante de IAATI LatAm, que además contó que esto es lo que se conoce como “robo digital sin violencia”, distinto de los casos de robo de vehículos a mano armada.
También existe un tercer sistema, denominado “Pandora”, que también opera con el método de clonación. En este caso, los delincuentes tienen tal control que no solamente pueden abrir y cerrar el auto, sino también encender el motor o apagarlo a distancia. Esto implica que también pueden robarse el auto sin mayor esfuerzo. Algunos, incluso, denunciaron que la maniobra directamente les averió el circuito eléctrico del vehículo.
Hábitos de precaución para implementar
Al ser una modalidad delictiva que prospera a partir de la distracción de cualquier automovilista, existen algunos cuidados y recaudos que es importante conocer para poner en práctica y evitarse malos momentos.
- No dejar a la vista mochilas, bolsos ni elementos de valor, ni tampoco documentación importante, tenga el auto polarizado o no.
- No tener pegados stickers identificatorios (sea de casas de computación, de viajes, de clubes, etcétera), que impliquen un valor agregado con el cual los delincuentes puedan saber si el dueño del vehículo es una persona de plata o si el auto tiene cierto sistema computarizado.
- Corroborar de forma manual que las puertas estén bien cerradas antes de irse. Si el auto tiene llave física, cerrar con la misma (o apretar el botón).
- Prestar atención, cuando se accione la llave a distancia, a que efectivamente el auto dé las señales auditivas o mecánicas correspondientes (ya sea con la alarma, con el sonido que haga o con las luces), y corroborar que la indicación provenga del vehículo propio y no de otro. Aún así, posteriormente verificar de manera manual que esté bien cerrado.
- En caso de cocheras, verificar cuando entre o salga con su vehículo de la misma que el portón, ya sea manual o automático, quede correctamente trabado.
- Ante cualquier señal sospechosa, comunicarse de inmediato con el 911.
Una campaña que nunca existió
El 6 de mayo de 2021, el Concejo Municipal de Rosario sancionó el decreto Nº 59.879, que crea la “campaña de información y de prevención sobre robos con uso de inhibidores de alarmas”.
El mismo, que parte de un proyecto de los entonces concejales Roy López Molina y Agapito Blanco, encomienda a la Municipalidad a poner en marcha la misma a través de la Secretaría de Control y Convivencia, como así también a que en coordinación con el Ministerio de Seguridad provincial diseñen protocolos y recomendaciones de fácil comprensión y accesibilidad, ante "el aumento exponencial de robos" de este tipo en la ciudad . Sin embargo, nunca fue puesto en marcha por el Ejecutivo local.
“En la región, este tipo de robos se caracterizaba por darse en las estaciones de servicios que se encuentran en las autopistas, principalmente en autos de viajantes o personas que viajaban solas. Uno de los casos más resonantes fue el de la banda de ‘los Cordobeses’ que operó entre 2015 y 2016 en la autopista Rosario - Buenos Aires. En nuestra ciudad, se receptaron algunos casos aislados durante el año 2018, pero desde finales del año pasado (2020) se ha vuelto una modalidad repetida que afecta a los vecinos de nuestra ciudad en zonas bien determinadas como ser el microcentro y la terminal de ómnibus Mariano Moreno”, aseguraba el proyecto en sus considerandos.
En lugares como Córdoba, donde se dio con más fuerza la popularización de este tipo de robos, sí se han realizado fuertes campañas de prevención y concientización, que han tenido tanto efecto que no solo ha disminuido la cantidad de casos, sino que incluso han obligado a que muchos delincuentes se muevan a otras ciudades donde todavía no estaban alertas de la modalidad para poder cometer sus delitos (motivo por el cual, en ciertos años, varios cordobeses fueron detenidos por este tipo de robos en Rosario y ciudades de Santa Fe, Misiones, Entre Ríos, Tucumán y Mendoza).
A unos clicks de distancia
Una de las grandes problemáticas relacionadas con esta modalidad delictiva es la facilidad que tienen los delincuentes para conseguir estos aparatos (con precios que generalmente van desde los U$S 100 en adelante) a través de Internet.
Si bien algunas empresas de compra/venta online ya han prohibido formalmente la venta de estos dispositivos y otras intentan eliminar las publicaciones en las que se anuncia el producto como tal, lo cierto es que muchas otras escapan aún a los filtros de estas páginas, por lo cual el riesgo de circulación, en ese sentido, sigue siendo permanente.