De cirujear en el relleno sanitario a cumplir un rol clave en el Mercado
Romina, Raquel, Silvia e Isabel son las responsables de recolectar a diario las verduras y frutas que no están aptas para la venta pero sí para el consumo. En dos años ya recolectaron 120 mil kilos de comida
Como le pasa a tantas mujeres, Romina se gana la vida desde muy chiquita, en la calle, haciendo lo que se puede. Grande fue la sorpresa en su familia cuando hace dos años volvió a la casa con su ropa limpia. "Mamá, ya no estás más sucia", le dijo boquiabierta una de sus tres hijas apenas la vio. Lo que para muchos rosarinos es una situación ordinaria -regresar del trabajo en las mismas condiciones que a la mañana-, para otros no lo es.
Romina pasó buena parte de su vida revolviendo en el relleno sanitario de Bella Vista. No tenía muchas alternativas: había abandonado el secundario y entre su familia no surgían otras formas de llevar el pan a la casa. En mayo de 2017 todo cambió, cuando gracias a una iniciativa impulsada por el municipio consiguió un empleo dentro del Mercado de Productores, recuperando los alimentos que antes buscaba entre la basura.
Ella es una de las cuatro mujeres que recorren a diario los pasillos del gran predio ubicado en 27 de Febrero al 3.600, en el marco del programa Recupebar, que apunta a recuperar todas aquellas frutas y verduras que no sean consideradas aptas para la venta en el circuito comercial pero sí para ser consumidas. Desde que se lanzó, ya se recolectaron más de 120.000 kilos de comida, los cuales se distribuyen entre más de 190 comedores de la ciudad.
"Trabajamos todos los días de 9 a 17. Repartimos los tachos para que los puesteros lo vayan llenando. Después al mediodía volvemos a pasar, nos llevamos los tachos y organizamos lo que hay ahí adentro para hacer cajones de 5 y 10 kilos que después se van al BAR", cuenta Romina, que hace referencia al Banco de Alimentos de Rosario, institución que se asoció con la Intendencia para llevar adelante la iniciativa.
Con 26 años, todos los días llega al Mercado desde barrio La Lagunita, donde vive con su familia. La acompañan María Raquel, María Isabel y Silvia, tres hermanas que conoció en el relleno sanitario y que hoy conforman la cooperativa a cargo del Recupebar. Para conformarla, recibieron capacitaciones especiales, de igual modo que tramitaron cursos sobre manipulación de alimentos e higiene y seguridad.
Recuperar es la tarea
Estudios indican que a nivel mundial, anualmente se desperdicia un 30% de alimentos. La lista es encabezada por las frutas y verduras, luego le siguen cereales y carnes, y posteriormente los lácteos. Teniendo en consideración estas afirmaciones, desde el Municipio vienen llevando adelante una serie de iniciativas enmarcadas en la campaña "Los Alimentos No Se Tiran", tendientes a disminuir su descarte.
Es bajo este esquema que en mayo de 2017 se lanzó el programa Recupebar, cuya función es la de recolectar mercadería que no presenta condiciones estéticas para la venta pero que aún puede consumirse y repartirla entre comedores de la ciudad.