El cambio climático y los "fenómenos extremos" que golpean a Santa Fe
La prolongada ausencia de lluvias en la provincia de Santa Fe está generando una situación de extrema gravedad para la agricultura y fauna de la región. El cambio climático a nivel global comienza a verse reflejado en la realidad santafesina con fenómenos extremos e inéditos.
Desde el Ministerio de Producción provincial estimaron que en medio de esta situación se perdieron al menos unas tres mil cabezas de ganado en el norte santafesino producto de la extrema sequía. Por otra parte, productores de soja de primera, del centro y norte provincial, se vieron forzados a paralizar los trabajos de siembra por falta de humedad en los suelos.
En diálogo con Si 98.9, el magíster en agroecología por la UNR, Eduardo Spiaggi, analizó la situación y señaló: “Se están presentando fenómenos extremos que antes no teníamos. Antes había estacionalidad bien marcada, ahora no tenemos invierno. Estamos yendo hacia eventos cada vez más extremos, con sequías e inundaciones. Si le agregás la combinación sequía con calor extremo, es determinante para cultivo y para animales”.
Mientras la extrema sequía causó la mortandad de miles de cabezas de ganado, pérdidas de cosechas, y dejó secos cauces de arroyos y lagunas en Santa Fe, la pronunciada bajante del río Paraná está causando estragos en la reproducción de especies ictícolas.
Respecto al causal de este contexto, Spiaggi agregó: “Estamos atravesando el fenómeno de la niña que va por tres años, causando un impacto tremendo. A fines de febrero, principios de marzo empezaría a revertirse pero el cambio climático está impactando de manera tremenda”.
También refirió a la posición de un sector ruralista sobre la siembra, quienes anticiparon que si persiste la sequía, no sembrarán soja tardía. “Lo poco sembrado hasta ahora es soja de primera y está muy castigada. En Casilda por ejemplo no se pudo sembrar trigo en invierno, no se pudo sembrar maíz ni soja. En este momento el agua no penetra porque el suelo está compactado.
Para finalizar, reflexionó sobre las consecuencias de la falta de políticas ante el cambio climático y dijo: “Las señales en todo el planeta están dando una señal de alarma pero no se está haciendo nada. En lugar de usar los espacios verdes se los ocupa. La decisión política es complicada porque hay que privilegiar el bien común sobre el bien personal y eso no sucede”.