El FMI elogió la nueva oferta de deuda que Argentina presentó a los acreedores
El Fondo Monetario Internacional (FMI) elogió este martes la nueva oferta presentada por el Gobierno argentino a los tenedores de bonos bajo legislación extranjera.
La iniciativa, tras el aval inicial anunciado ayer por Gramercy y Fintech, hoy cosechó el apoyo de Greylock, otro importante fondo de inversión que integra el Comité de Acreedores de la Argentina..
El CEO de Greylock,Hans Hume, consideró "razonable" la propuesta de canje presentada por el gobierno en las últimas jornadas.
En horas de la mañana, el ministro de Economía, Martín Guzmán, consideró que la nueva propuesta "se basa en el principio de que Argentina tome compromisos que pueda cumplir, que pueda sostener en el tiempo y que le den al país el alivio que necesita para poder recuperarse".
En declaraciones a Radio Télam, Guzmán subrayó que la iniciativa "muestra una gran voluntad de obtener un acuerdo con los acreedores".
En ese marco, el ministro manifestó también el anhelo de alcanzar un acuerdo con los acreedores más duros, que hasta ahora se mantuvieron en silencio.
"Hay un grupo de inversores muy importante en el mundo que se llama comité 'Ad hoc', con los que no hemos tenido acuerdo. Hubo un momento en el cual dejaron de negociar, se plantaron en una posición que Argentina no puede sostener", dijo el titular del Palacio de Hacienda.
Por su parte, el vocero del FMI, Gerry Rice, sostuvo que "la oferta revisada de las autoridades argentinas es un paso importante en el proceso de reestructuración de la deuda con sus acreedores privados".
El funcionario del organismo multilateral se pronunció a favor de "que todas las partes involucradas continúen trabajando de manera constructiva y oportuna con el objetivo de llegar a un acuerdo que coloque la deuda pública en un camino sostenible, y establezca las base para un crecimiento inclusivo y duradero en el futuro".
Esta mañana la Argentina completó la entrega del último documento a la comisión de valores de EEUU (SEC, según su sigla en inglés) sobre las modificaciones a la oferta presentada el pasado 21 de abril, y que estará vigente hasta el próximo 4 de agosto.
En lo que respecta a los acreedores, el fondo Greylock se sumó esta tarde a los comentarios favorables que efectuaron ayer Gramercy y Fintech, que expresaron explícitamente su aval a la oferta argentina.
"Estamos examinando los detalles de la última propuesta de deuda, pero parece razonable", dijo Hans Humes, CEO de Greylock Capital Management, según un cable de la agencia Bloomberg.
Humes, que tiene vasta experiencia en procesos de reestructuración de deuda, evaluó que "sera difícil para los grandes fondos no participar en esta propuesta, porque sería una complicación quedarse fuera".
La palabra de Humes tiene su peso, tanto en el Comité de Acreedores como entre los bonistas minoritarios, que lo recuerdan como acreedor activo en diferentes etapas que transitó el país.
Humes era acreedor de la Argentina en 2001 y también había iniciado acciones legales en el pasado contra el país antes el juez Thomas Griesa.
La enmienda "final" al prospecto de la propuesta presentada el pasado 21 de abril conocida hoy, revela una nueva oferta que representa una mejora en el valor económico, a la vez que acepta parte de algunos pedidos legales solicitados por los acreedores.
El valor de la nueva propuesta que estima el mercado tiene un valor de recupero que va desde los 53 dólares a los 59 dólares por lámina de 100 dólares de deuda de títulos a canjear, dependiendo de los bonos y de la tasa de salida de los nuevos títulos.
Entre las concesiones legales consideradas para los acreedores, se decidió que los bonos del canje 2005 y 2010 serán canjeados por otros títulos que mantendrán las mismas cláusulas de acción colectiva, que podrán aplicarse en caso de un eventual incumplimiento.
En cambio, se dejaron afuera varios planteos solicitados por Blackrock, que pedía entre otros requisitos aplicar la CAC del 2005 a toda la oferta y futuras emisiones, cuando en el mundo en la actualidad se utilizan parámetros más flexibles para los deudores, que se pusieron en marcha en 2014.