Como sucede en épocas de crisis, crece la cantidad de familias que recurren a las ferias populares para hacerse de unos pesos y poder afrontar el día a día. Un ejemplo de esto es lo que sucede en la tradicional Feria del Tanque que desde hace años ocupa un baldío en Rouillón y Maradona, que funciona los fines de semana y ahora también los miércoles por pedido de los feriantes. Advierten que "la calle está colmada" y que la situación es similar a las vísperas del estadillo social de diciembre de 2001.

“Agregamos un día más de feria por la situación económica que estamos viviendo. Ya la gente no tiene para comer. La feria de los días miércoles es para la gente más humilde, la que más necesita. Es para el pan del día. La estamos pasando mal”, contó en Sí 98.9 Mary Cáceres, feriante histórica del barrio. Si bien la feria está pensada para vender artículos de primera necesidad, indumentaria o calzado, también funciona la modalidad del “trueque”. Es que, en rigor, con tanta escasez las ventas con dinero en efectivo es lo que menos se ve.

“Arrancamos con 20 feriantes y hoy somos 65 familias. No son puestos grandes de cosas nuevas, son todas cosas usadas. Ahora estamos pensando en agregar un día más. Los fines de semana viene una multitud de feriantes, me hace acordar a la crisis de 2001. Es una situación parecida. No tenemos las ventas de hace dos años atrás, esto es solo para subsistir. La calle está colmada”, agregó la mujer.

Actualmente la Feria del Tanque funciona los días miércoles de 9 a 14 y los sábados y domingos de 8 a 16, con la posibilidad de agregar una jornada más. Se venden artículos de primera necesidad, indumentaria, calzado, juguetes y demás mercadería conseguida -principalmente- a través del cirujeo. Si bien existen varias ferias populares en la ciudad, la del barrio Toba es la más convocante, a tal punto que recurren a ella vecinos de otras zonas de la ciudad.