Grandoli y Gutiérrez: paredes electrificadas y siete años sin gas
En el Fonavi ubicado en zona sur, a metros de Circunvalación, hace falta de todo. Los serios inconvenientes quedaron al desnudo luego de una recorrida de la comisión de Obras Públicas del Concejo Municipal
Las condiciones de vida en el Fonavi de Grandoli y Gutiérrez son las peores. En eso coinciden los concejales de la comisión de Obras Públicas que este miércoles visitaron el lugar, alertados por los innumerables inconvenientes que presenta la estructura. Hace siete años que 43 familias viven sin servicio de gas, por lo que se valen de garrafas para cubrir esa necesidad, aunque ese no es el único problema: viven entre paredes con humedad extrema y filtraciones de agua, ascensores que no funcionan hace años, y un cableado eléctrico deteriorado, todo como parte del combo.
“Se vive en condiciones totalmente indignas. Ese lugar es una ‘bomba de tiempo’. Es un milagro que no haya pasado ninguna desgracia con el estado de humedad en las paredes siendo que muchas están electrificadas” definió la presidenta de la comisión de Obras Públicas, Lorena Giménez, en diálogo con Rosarioplus.com apenas finalizada la recorrida con los vecinos, que agradecidos por la atención abrieron las puertas del barrio.
El principal inconveniente se presenta en la torre 11 del populoso barrio ubicado en la zona sur, junto al Parque del Mercado. Y el problema, según manifestó la edila, es estructural. No hay mejoras posibles que puedan conseguirse de un día para el otro y la situación requiere una urgente respuesta. “Al tener tanta humedad no se puede arreglar nada. No se puede ni poner un azulejo porque se despega. El lugar no resiste arreglos”, remarcó Giménez.
En el Fonavi Grandoli y Gutiérrez falta de todo y la ausencia de ascensores genera un inconveniente a más de uno. Por ejemplo, en el sexto piso reside una anciana que, imposibilitada de subir y bajar por escaleras, no sale de su casa y paga con monedas a los pibes del barrio para que hagan sus mandados. Más preocupante es el caso de un vecino con obesidad mórbida que habita en el octavo piso. Para él, llegar a su casa es una odisea.
“Nos llevamos una muy mala impresión. Ahora esperamos conseguir el apoyo del oficialismo provincial o municipal para, al menos en el corto plazo, tener una respuesta. Como comisión de Obras Públicas citaremos a los responsables”, concluyó la concejala Giménez.
En agosto pasado los vecinos del lugar expusieron la problemática en la comisión de Obras Públicas. Denunciaron falta de gas desde hace más de 7 años (Litoral Gas cortó el suministro tras el reclamo por la presencia de un fuerte olor, y nunca más lo volvió a conectar) y una pérdida de agua desde el tanque que ya afectó a los cimientos. Todos esos hechos fueron constatados este miércoles por concejales de diversos espacios políticos y ahora será tiempo de encontrar soluciones.