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Los datos de la situación epidemiológica provincial siguen preocupando a las autoridades no sólo por el número en ascenso de contagios sino por el nivel de camas críticas que ronda el 75%. Cuando todo empieza a desmadrarse, una de las soluciones es poner el freno de mano: restringir actividades y volver de fase si es necesario. Eso evalúan hoy en día desde la Provincia y, si finalmente avanzan, la aplicación no se demoraría más que algunos días.

“Posiblemente haya que tomar medidas que propendan a disminuir la circulación de la gente y a dar un respiro al sistema de salud, para mantener los buenos índices que todavía tenemos en Santa Fe, como es la letalidad y contagios cada 100 mil habitantes, que siguen siendo bueno respecto al promedio nacional”, consideró el ministro de Gobierno, Esteban Borgonovo tras la reunión del Comité de Crisis de Emergencia en la sede de Gobernación. 

Hasta ahora no se volvió atrás con las fases y se puntualizó en alguna actividad, como en el horario los locales gastronómicos. Eso se debe a que el sistema de salud daba garantías con las proyecciones en mano. Pero esto cambió. Por eso se estaría pensado en una medida intensa por un período de entre 15 a 20 días en actividades tanto económicas como recreativas. 

La vicegobernadora, Alejandra Rodenas, rearcó: "Estamos en el inicio del tránsito hacia el pico que venía siendo anunciado por las autoridades sanitarias y el comité de expertos de salud, por eso tenemos que evaluar las situaciones a seguir", agregó Rodenas