Lo que faltaba: Europa exigiría visa a los extra comunitarios
¿Visa para entrar a Europa? Parece que sí, y no en mucho tiempo más. Es que los ministros de Interior de la Unión Europea (UE) debatieron este viernes en Bruselas un plan para universalizar el sistema de visados para los extranjeros que ingresen al espacio Schengen de libre circulación transfronteriza por el bloque, así como una serie de medidas antiterroristas y el registro de datos de los pasajeros aéreos.
En la cumbre, los ministros intercambiaron sus primeras impresiones sobre el llamado "Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes" (Etias), propuesto el miércoles con carácter de "urgencia" por la Comisión Europea (CE), el órgano ejecutivo de la UE, informó la agencia de noticias EFE.
La medida llega en respuesta a los atentados ocurridos en Europa en el último año y a raíz de la crisis migratoria, con el objeto de facilitar el intercambio de información en los bancos de datos.
El sistema supondrá "el inicio" de una mayor seguridad en la UE y será "un pilar básico" en particular para los ciudadanos, anunció en conferencia de prensa al término de la reunión el ministro de Interior de Eslovaquia, Robert Kalinak, cuyo país ejerce este semestre la presidencia de turno del Consejo de la UE.
Los afectados por la decisión en debate, que serán los entre 40 y 50 millones de turistas que anualmente visitan los países de la UE, entre ellos los argentinos, tendrán que pagar, además, una tasa de cinco euros para obtener la visa mediante un trámite que, según aseguró la CE, será muy breve.
El mecanismo, que endurece el acceso a las fronteras del bloque, es similar al llamado ESTA, aplicado por Estados Unidos, y prevé realizar comprobaciones de antemano y -en caso de ser necesario- posibilitará negar la entrada al viajero.
Sin embargo, el sistema no estará listo antes de 2020, pues primero deben aprobarlo el Consejo Europeo, es decir la reunión de los jefes de Estado y de gobierno del bloque, y posteriormente el Parlamento Europeo.
El espacio Schengen se creó en 1985 para permitir la libre circulación de personas y bienes y comenzó a funcionar en 1995 para suprimir las fronteras entre los 26 países integrantes (22 de la UE más Suiza, Noruega Islandia y Lichtenstein) y establecer controles comunes a los límites exteriores.
En la práctica, los miembros del espacio Schengen funcionan en términos migratorios como un solo país, con una política común de visados.
Asimismo, los ministros abordaron las mejoras que pueden hacerse al sistema de intercambio de información de Schengen (SIS), que la Comisión quiere mejorar.
La cumbre también contempló un seguimiento de la implementación de medidas antiterroristas y una ponencia del coordinador antiterrorista de la UE, Gilles de Kerchove con los resultados de un informe sobre ese tema, que además incluyó recomendaciones para futuras acciones.
El Consejo de Ministros intercambió puntos de vista sobre los progresos hechos en la implementación de la directiva sobre el registro de datos de pasajeros aéreos (PNR), que fue adoptada el pasado 26 de abril.
Los Estados miembros tienen hasta el 25 de mayo de 2018 para aplicar esa normativa en sus regulaciones, así como las provisiones administrativas necesarias para cumplir con esa directiva.