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El aislamiento social, preventivo y obligatorio permitió que el temido pico de contagiados por covid-19 no suceda y le dio tiempo al gobierno nacional para reforzar el sistema de salud. A casi dos meses del inicio de la cuarentena, la cantidad de camas críticas en Rosario creció un 49 por ciento, y en una próxima etapa el número se elevaría al 131%.

Antes de la pandemia, en el sector público provincial y municipal había 59 unidades, en tanto son 98, y en breve se llegarán a 132. Y si se suma el sector privado, que aporta 374, la cifra llega a 472 camas críticas.

Este número se incrementará cuando se inaugure el hospital modular que se construye en un anexo al Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, que proyecta sumar 26 camas críticas con respiradores.

En tanto que, en relación a respiradores, con el esfuerzo coordinado de Nación y provincia se creció de 57 a 115, lo que arroja una suba superior al 100 por ciento, y a futuro se llegará a 132 respiradores es decir un aumento de más del 130 por ciento.

Rosario y la región contarán con cuatro centros públicos Covid-19 con camas críticas: el Hospital Provincial, el Hospital Centenario, el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA), y el Hospital Eva Perón (Granadero Baigorria) y su anexo, el efector modular que construye el gobierno nacional.

Cabe destacar que una cama crítica se compone de cama eléctrica, monitor multiparamétricos, bomba de infusión, respiradores, un enfermero cada dos camas y un médico cada 8 camas.

En el inicio, el Hospital Provincial tenía 17 camas, de la cuales 13 tenían respiradores. Se hizo una obra de ampliación se agregaron 4 camas con respiradores, es decir 21 camas con respiradores. Su máxima capacidad que se prevé es llegar a 29 camas.

En tanto que el Centenario comenzó con 33 camas críticas, de las cuales 14 tenían respiradores. Se pasó primero a 16 y esta semana se alcanzó las 20, siendo que en breve tendrá 24 camas con respiradores. Y se espera para la próxima ampliación alcanzar las 33 camas criticas con respiradores. Ese lugar recibió 4 respiradores de transporte de la Fundación Messi (a través de la Fundación Garrahan), y a fines de mayo se esperan recibir otros 4 de alta frecuencia.

Por otra parte, el HECA comenzó con 20 camas críticas, de las cuales 18 tenían respiradores. Se pasó primero a 20 con respiradores y luego recibió de la provincia 10 más alcanzando las 30 camas criticas con respiradores. No se hicieron obras para ampliar, sino que se tomaron camas de baja complejidad y se convirtieron en alta complejidad.

Finalmente, el Eva Perón tenía 12 camas con respiradores y se pasó a 14, mientras ya se cuenta con 26 respiradores que se sumarán al Hospital Modular de Emergencia, alcanzando a un total de 40 camas críticas con respirador.

De esta manera, los efectores públicos Covid-19 con camas generales serán ocho: los provinciales Centenario, Provincial, Eva Perón y Modular; y los municipales HECA, Hospital Carrasco, Hospital Alberdi, Hospital Roque Sáenz Peña, y Policlínico San Martín, lo que arroja un total de 453 camas.

“Haber podido achatar la curva de contagio es un esfuerzo que hay que reconocerle a toda la comunidad santafesina”, aseguró el gobernador Omar Perotti y valoró “la coordinación de todo el sistema de salud provincial, que incluye muy fuertemente a Rosario, donde hay efectores municipales con fuerte presencia; hemos hecho un trabajo fuerte, conjunto, coordinado y organizado”.

En paralelo, recordó las 1.060 camas que se montaron en el predio la Rural e Hipódromo para aislar pacientes pertenecientes a grupos vulnerables con síntomas leves, con la proyección de sumar 600 más en Metropolitano. Para ello -dijo- fue “fundamental mantener un alto nivel de coordinación con los responsables de Salud y el intendente Pablo Javkin, tratando de estar en cada detalle. Esto posibilita una fuerte presencia de la salud pública en el territorio, y permite la mejor coordinación con los efectores privados”.

Y concluyó: “Frente a la pandemia, no importa si la infraestructura es provincial o municipal; lo importante es que aquí hemos hecho un trabajo fuerte, conjunto, coordinado y organizado. Ojalá nunca tengamos que usarla o trasladar gente a un centro de aislamiento, a una terapia intensiva, pero si alguien tiene que ir, estamos mejor preparados. Y cada día que ganamos, sumamos mejoras en equipamiento e infraestructura”.