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Mirta trabaja desde hace 33 años en la cocina del centro comunitario San Cayetano, ubicado en calle Gorriti al 6000, en el corazón del barrio Ludueña Norte. Su voz se encoge cuando habla del sufrimiento del barrio por intentar satisfacer necesidades básicas como la alimentación. La demanda de comida se disparó "a niveles de 2001" y el dinero para las compras alcanza cada vez menos. 

En medio de este contexto "asfixiante", Mirta y sus compañeras recibieron en las últimas semanas un mazazo inesperado: Nación limitó la partida de alimentos que envía todos los meses a través de Cáritas. En junio solo llegaron los paquetes con el pan, la leche y la fruta. Faltó la carne, el pollo y el arroz (200 kilos de cada); los huevos (12 cajas) y el queso (12 barras).

"Vino una mujer del ministerio de Desarrollo Social de Nación y nos explicó que había un reajuste en las partidas. Nos informó que a partir de ahora íbamos a recibir menos alimentos. Estamos preocupadas porque es comida que perdemos y que no tenemos cómo reemplazarla", planteó Mirta con mucha angustia en diálogo con Rosarioplus.com.

En junio, abundaron "los guisos y las salsas" y se restringieron "las milanesas y las porciones de pollo al horno". "Hacemos malabares con lo que tenemos para que nadie se quede sin comer, pero la verdad es que todo se hace cuesta arriba, la situación está muy complicada", agregó la mujer. 

En 2017, el comedor llegó a tener 680 raciones diarias. Este año se eliminaron 100 por presupuestos que están atrasados en medio de una inflación galopante. Algunos vecinos fueron reubicados en otros comedores de la zona. La lista de espera para ingresar es "cada vez más grande". Los vecinos, contó Mirta, piden ayuda y reclaman un plato de comida. 

"Nos dicen que necesitan estar dentro del comedor. Muchos se quedaron sin trabajo y necesitan que sus hijos coman. A otros la plata ya no les rinde como antes. El tema es que no alcanza la comida para los que están ahora, menos para gente nueva. Hay algunas imágenes que son iguales a las de 2001", señaló la cocinera.  

El centro centro comunitario San Cayetano es todo un emblema de barrio Ludueña. Empezó a funcionar en 1982. En un principio, se confeccionaban guardapolvos para los chicos del barrio. La solidaridad se transformó rápidamente en necesidad. A fines de 1988, el lugar se transformó en un comedor a cielo abierto. Madres y maestras se juntaban para, entre todas, preparar decenas de ollas de comida.

Son 120 mujeres las mujeres que colaboran para que "la rueda siga funcionando". El legado de Pocho Lepratti y de Mercedes Delgado, militantes asesinados que pusieron sus cuerpos al servicio de los más necesitados, no permite bajar los brazos.

"Si quienes trabajamos en los comedores nos rendimos, si dejamos de ayudar, la realidad de los barrios sería más angustiante y caótica", reflexionó Mirta

"Un caso puntual"

Rosarioplus.com contactó a Nicolás Bacca, director regional del ministerio de Desarrollo Social de Nación, para conocer los motivos del reajuste de partidas. El funcionario explicó que se trata de un "caso puntual" y que "no hay ninguna política de recorte" en los 55 comedores de Rosario que reciben plata de la Casa Rosada.  

Según Bacca, Nación aporta un "financiamiento complementario" del que brinda la provincia. Al actualizarse los fondo de la Casa Gris, los de Nación disminuyen. "Si antes los aportes eran 50 y 50, ahora provincia pone el 70% y nosotros el 30", resumió. Más allá de la explicación técnica, Bacca se comprometió a revisar el reajuste que sufrió el comedor de Ludueña. 

Gabriel Pereyra, director territorial de Rosario del ministerio de Desarrollo Social de Santa Fe, admitió que "se desayunaron con esta novedad en las últimas horas" y que "ya están tomando cartas en el asunto" para suplir este recorte.   

"No sabemos si es un problema puntal o extendido porque Nación nunca nos brindó su base de datos, no sabemos con exactitud cuáles son los comedores que reciben ayuda de Nación. Lo que está claro es que no es el momento para quitar ninguna partida", planteó Pereyra. 

La provincia --según detalló-- aumentó un 30% sus transferencias en este primer semestre para contener la demanda social. "Vamos a hacer todo lo posible para que San Cayetano recupere esos alimentos, de alguna forma vamos a ayudar", concluyó.

La realidad, en crudos números

La semana pasada, la Universidad Católica (UCA) reveló que el 48,1 por ciento de los niños y niñas de la Argentina vive en condiciones de pobreza y que un tercio de ellos debe asistir a comedores comunitarios para alimentarse. 

Lo hizo a través de su informe titulado Barómetro de Deuda Social de la Infancia. El relevamiento arrojó que el 28,1 de los niños viven en hogares con necesidades básicas insatisfechas y que, como consecuencia de ello, el 33,8 por ciento desayuna, almuerza y merienda en comedores escolares o de organizaciones barriales.

Durante el último año hubo un aumento de casi 8 puntos en la cantidad de chicos y chicas que deben acudir a organizaciones educativas y sociales, que son las mismas que a diario se movilizan hasta distintos organismos del Estado en demanda de un aumento de subsidios y creación de puestos de trabajo. La mayoría de ellas integra el espacio que a finales de mayo pasado organizó la Marcha Federal que demandó la sanción de la postergada ley de emergencia alimentaria.