Ni los broches de la ropa se salvan de la apertura de importaciones
A 180 kilómetros de Rosario se fabrica buena parte de la producción total de broches para ropa del país. La empresa Pinciroli Hermanos, de San Carlos Centro, existe hace 50 años, actualmente cuenta con nueve empleados y le vende a quince provincias argentinas. Parece un negocio redondo pero como a tantos otros la apertura de las importaciones los afectó seriamente. Desde el cambio de gobierno y la modificación de las políticas económicas, sus ventas cayeron entre un 30 y 40%, tal como pasó en la década del 90, cuando varias firmas del estilo tuvieron que cerrar sus puertas.
Durante el menemismo, en Argentina coexistieron entre 30 y 50 fábricas de broches. Únicamente en el centro de la provincia de Santa Fe podía contarse una decena. Pero la competencia con productos importados dejó apenas algunas sobrevivientes. “Todo cambió desde el 15 de diciembre, cuando se decidieron cambiar las leyes de importación. Ahora tenemos menos trabajo como le sucede a muchos, pero entendemos que cuando la economía se reactive habrá todavía más importaciones y eso nos va a hundir. Es así de contradictorio. Exactamente igual a lo que pasó en los años ‘90”, sentenció Jorge Pinciroli, uno de los responsables de la firma fundada hace medio siglo.
Los productos chinos y brasileños ingresan a discreción y las pymes locales ya tambalean. Desde el cambio de gobierno, al país ingresaron más de 1 millón y medio de broches plásticos y unos 800 mil de madera. “Algunos de nuestros clientes más grandes ya empezaron a importar y comercializar. La solución es que haya un control sobre las importaciones. Nosotros presentamos una denuncia pero todo es muy largo y burocrático para empresas chicas como la nuestra. Mientras esperamos desaparecemos del mapa”, señaló Pinciroli en diálogo con Rosarioplus.com.
La tradicional fábrica de broches ya abre el paraguas. “El año pasado cuando vimos que podía venirse un cambio armamos una pequeña distribuidora para hacer otra cosa o terminar haciendo lo mismo y tratar de conservar puestos de trabajo. Hasta el momento no tuvimos despidos pero el esfuerzo es enorme. Hace de abril que no cambiamos lista de precios, cuando tendríamos que haberlo hecho al menos dos veces. La ganancia hoy es mínima”, explicó el referente de la empresa.
Como a otros tantos, la productora de broches también se ve seriamente afectada por el tarifazo, principalmente el de la energía eléctrica. La empresa pasó a pagar de 15 a 40 mil pesos de luz, mientras esperan una ayuda por parte de autoridades provinciales, aunque por el momento nadie se acercó. Mientras tanto subsisten, pese a una caída en las ventas que ya ronda el 40%.