Pami retrasa la entrega de un medicamento vital para un paciente trasplantado
Los nuevos requisitos que la obra social de jubilados impone a sus pacientes redundan en prestaciones que no llegan en tiempo y forma. Así lo percibe la familia de un pensionado, discapacitado, que necesita de un fármaco para sobrevivir y que el Estado se lo retacea. Cada caja de comprimidos cuesta 5.000 pesos
Jorge Canto tiene 60 años y una deficiencia renal crónica que, sumada a una discapacidad, hace que requiera de ciertos medicamentos tan vitales para él como carísimos. Sus familiares se los procuran a través de Pami, pero últimamente chocan con la nueva reglamentación establecida por el gobierno y que funcionan como obstáculos que retrasan las entregas y, en consecuencia, ponen en riesgo la salud y la vida misma del paciente. Jorge se quedó sin un medicamento imprescindible este viernes, y ahora el tiempo le juega en contra mientras persiste la vulneración de su derecho a la salud.
Nació con una agenesia renal, que es un defecto del desarrollo embrionario y que impide que uno o ambos riñones se formen correctamente. En su caso, nació con un solo riñón, situación que pudo sobrellevar hasta los 45 años, cuando finalmente necesitó de un trasplante renal.
Jorge necesita de asistencia permanente. Cuando era un bebé contrajo poliomielitis, enfermedad que le deparó un retraso cognitivo y un cuadro de hemiplejia. Tan vulnerable, Jorge requiere de una serie de cuidados y de medicamentos para garantizar cierto umbral de calidad de vida.
Todo esto lo contó a Rosarioplus.com Pablo Gabbi, primo y apoderado de Canto, y quien se hace cargo de garantizarle los cuidados, y corre con la serie de trámites por delante para conseguir la cobertura necesaria.
"Entregamos los papeles, las autorizaciones correspondientes, pero no nos dan el medicamento. Nunca llega y es fundamental para que Jorge no rechace el riñón que le trasplantaron hace 25 años. Lo vino tomando todos estos años, y de repente se lo mezquinan", explicó Gabbi.
Una de las tantas veces que estuvo haciendo trámites en el Pami para lograr autorizaciones y entregas para su primo, Pablo escuchó cómo uno de los empleados le explicaba a un afiliado que no le correspondían los medicamentos porque tenía una casa y un auto. "Es insólito", opinó, y agregó: "Quizás no hay mala voluntad de los empleados de Pami, pero cambiaron las reglas y es lo que tienen que decir".
La medicación trabada en la burocracia del Pami es Ciclosporina Sandimmum 100 mg. Es un inmunosupresor, actúa sobre el sistema inmunológico para evitar que ataque al riñón implantado por no reconocerlo como propio.
"Jorge -explicó su primo- toma tres cajas de 50 comprimidos por mes, y cada una de esas cajas tiene un costo de 5 mil pesos, y no es la única medicación que toma. Se hace imposible para un pensionado sostener estos costos", aseguró.
"Para empeorar la situación, la Azatioprina (Inmurán), otra de las medicaciones que toma y que era accesible, ya no se consigue más por ese laboratorio y hay que comprarla a otro, que la vende entre 30 y 40 veces más cara", lamentó Gabbi.
"Lo que acá pasa es que se ha desregulado la industria farmacéutica, para hacer negocios de mucha plata, pero resulta que a los jubilados y pensionados les cuentan las costillas de atrás y de adelante para finalmente darles lo que le corresponde por derecho", cuestionó en alusión a la normativa que la gestión de Cambiemos aplicó en la obra social de jubilados.
Al momento de la entrevista con Rosarioplus.com, Pablo concluyó: "Estamos hablando de retrasos en la entrega que son vitales para los pacientes. Hoy se le terminó la medicación y ahora me encuentro en el consultorio de un amigo que me pudo conseguir algunos comprimidos para aguantar tres días, pero no más. Mientras tanto seguimos a la espera", explicó.
Quien cuente con Ciclosporina Sandimmum 100 mg. y esté en condiciones de donarla puede comunicarse via whatsapp, mensaje o llamada al celular 0341 - 155600923. Desde ya, muchas gracias.