Parque Independencia: por las obras desalojan un hogar de perros y gatos
Los animales pasarán a manos del Imusa y la pareja que hasta hoy los cuida no está nada conforme. Este fin de semana intentarán dar en adopción a la mayor cantidad de mascotas para que no pasen a vivir en el encierro
La ampliación y remodelación del Parque Independencia que comenzó hace semanas destapó un convenio guardado bajo siete llaves entre el municipio y una pareja de ancianos que durante diez años cuidó decenas de gatos y perros en la ex Sociedad Rural, y que ahora deberán desalojar el predio. Los animales pasarán a un lugar de encierro, diferente al que hasta estos días pueden disfrutar.
A quienes hasta el momento estuvieron a cargo del cuidado de esos animales, la medida no les cae nada simpática. Es por eso que reclaman mantenerlos en el predio y que sigan siendo tratados como mascotas, condición en la que hasta el momento se encuentran. La protectora independiente Nora Junot contó a Rosarioplus.com que “para que ingrese al nuevo centro de adopciones del Imusa la menor cantidad posible de animales, este domingo de 15 a 17 se darán en adopción en la esquina de Pueyrredón y 27 de Febrero”.
Ana y Lalo son una pareja de 72 años que desde 2007 se pusieron al hombro el cuidado de unos 50 gatitos que fueron abandonados cerca de su vivienda, en Pasaje Santa Cruz (Alem al 1000). “Como el Imusa no tenía espacio para tantos gatos, el municipio hizo un beneficio judicial con permiso para criar a los animales en el predio de la ex Sociedad Rural”, recordó Junot. El pacto fue mantenido en secreto porque si hubiese sido público “los vecinos hubiesen abandonado cientos de crías allí, como lo hacen corrientemente con las protectoras, o en la calle”.
Desde entonces ellos alimentan y se ocupan de llevar al veterinario y conseguir las vacunas de todos los animales (35 perros y 12 gatos) a fuerza de pasión y con su propio dinero, por lo que “están muy tristes porque la mayoría ya son animales viejitos y no se adaptarán a vivir encerrados”. Junot manifestó su temor por la salud de la pareja ya que “los gatos y perros son su vida”. Ana y Lalo preferirían que en vez del traslado los animales sean adaptados al plan de ampliación y remodelación del Parque Independencia, que ganará cuatro hectáreas para uso público.
Si bien Junot destacó que “no peligra el destino de los animales porque garantizaron que en el Imusa tendrán lugar y serán cuidados”, recordó que la Municipalidad desde el convenio nunca se hizo cargo de alimentarlos o cuidados de salud.
El plan para el Parque Independencia y las causas del retiro
La Secretaría de Planeamiento creó un proyecto hace varios años para remodelar el histórico Parque Independencia, y hace poco una iniciativa del edil Osvaldo Miatello fue aprobada por unanimidad en el Concejo Municipal. Gracias a eso el pulmón verde de la ciudad ganará cuatro hectáreas para los ciudadanos y para conseguirlo se avanzará con la remoción de muros, creación de senderos, remodelación de los edificios históricos, luminarias, bebederos y juegos infantiles.
Entre las obras, que comenzaron en septiembre pasado, se encuentra la destrucción del predio donde se encuentra el hogar de animales, lindero al antes conocido Salón Naranja de eventos sociales. Por esto el 30 de agosto pasado empleados municipales se acercaron a dar aviso de que “debían sacar a los animales”, y se encontraron con que era un espacio convenido con el propio municipio. Fue entonces cuando el director del Imusa, Daniel Rinaldi, contactó a referentes de Salud Púplica para comprometer el traslado de los animales al nuevo predio de Imusa, que será centro de adopción.
A la disconformidad con la mudanza, según Junot, se sumó que “las obras de remoción avanzan más rápido que la gestión del traslado de los animales, por lo que si hay que esperar, el plan B es mudarlos provisoriamente al Imusa viejo y al anexo de éste de Las Palmeras”.
Un criador de caballos ya fue corrido del Parque
En este marco de lavado de cara y renovación del Parque Independencia, un joven criador de caballos ya fue removido del predio en la ex Rural, y ya se tiraron abajo las caballerizas en septiembre pasado.
“Da mucha pena porque se notaba que el joven los tenía muy cuidados, y rescataba potrillos que eran de los carreros y nadie se hacía cargo, incluso una yegua preñada”, recordó Nora, encargada de la Protectora Ibarlucea y además colaboradora de otros espacios que luchan por el bienestar animal.