Piden 25 años de cárcel para un cura abusador de Nogoyá
Los fiscales de Nogoyá, Guillermo Uriburu y Rodrigo Molina, pidieron 25 años de prisión y el pedido de elevación a juicio de la causa por abuso de menores que se sigue contra el cura Juan Diego Escobar Gaviría, quien actualmente cumple prisión preventiva por 20 días en la Unidad Penal 5 de Victoria, por intentar entorpecer el curso de la investigación. Es el sacerdote que se había entregado en noviembre del año pasado, luego de ocultarse por algunos días en Rosario.
Los fiscales Uriburu y Molina atribuyen al cura de nacionalidad colombiana y de 58 años de edad, el abuso reiterado de dos menores de 11 y 12 años que concurrían a la parroquia San Lucas Evangelista de Lucas González, donde el sacerdote vivía y se desempeñaba como párroco.
Lo acusan de "haber abusado sexualmente en forma reiterada, con la posibilidad de corromper el normal desarrollo de la sexualidad" de los chicos.
El hecho se conoció por la denuncia que hizo la madre de uno de los menores y la investigación periodística que sobre el tema realizó el periodista Daniel Enz, de Paraná.
Uno de los casos por los que se acusa a Escobar Gaviría es el de un menor de 11 años que declaró haber sido abusado por el sacerdote hasta los 17 años, en más de 30 situaciones.
Hay al menos otras dos víctimas que en el momento de los hechos tenían entre 11 y 12 años y eran encerradas por éste en dependencias de la iglesia para cometer los abusos.
Escobar Gaviria, de origen colombiano, se ausentó de Nogoyá en noviembre pasado, tras la iniciación de una investigación diocesana ordenada por el arzobispo de Paraná, monseñor Juan Puíggari. Luego de unos días en los que incluso habría estado escondido en Rosario, se entregó a las autoridades.
Fue el único sacerdote que defendió públicamente al cura Marcelino Moya, también acusado de abusos a menores en la parroquia de Villaguay, en el centro geográfico entrerriano. También alojó a la madre superiora del convento de Nogoyá, Luisa Toledo, tras la decisión judicial de ser retirada del cargo de conducción que tenía en el convento de carmelitas descalzas por denuncias de torturas contra las monjas a su cargo.