Prisión preventiva para el camionero que atropelló y mató a un trabajador
La defensa planteó que Cristian S. embistió la protesta obrera bajo emoción violenta y efectos de alcohol, pero el juez no lo consideró así y aceptó la imputación del fiscal: homicidio simple. El transportista seguirá detenido hasta que empiece el juicio oral
El juez de San Lorenzo Juan José Tutau le impuso prisión preventiva por sesenta días al camionero Cristian S, y aceptó la acusación de homicidio simple planteada por el fiscal Aquiles Balbis, en relación con el asesinato de Jonathan Gardini, el jueves de madrugada, al atropellar un piquete gremial de protesta con su camión, en la ruta 11 y el cruce con la 10.
En la audiencia imputativa celebrada esta mañana, el abogado del imputado, Sergio Casas, planteó que su cliente actuó bajo emoción violenta y efectos del alcohol, y cuestionó el examen de alcoholemia que se realizó cuatro horas después de ocurrida la agresión. Tal coartada abrigaba la expectativa de buscar instalar la posibilidad de la ininmputabilidad del joven al volante del Scania. Sin embargo, Tutau no le dio cabida al argumento de la defensa y accedió a fijar la imputación de homicidio simple, que depara una pena de prisión de entre 8 y 15 años. El juez le dio crédito a las pruebas presentadas por el fiscal Balbis y dio por sentado que el camionero rosarino "actuó consciente de sus actos", dijo un portavo del Ministerio Público de la Acusación.
En la audiencia celebrada en sede judicial sanlorencina, el imputado, de 24 años, que se presentó junto a su abogado, lucía un ojo inflamado y morado.
Gardini, de 38 años y padre de cuatro hijos, era vigilador privado, afiliado a su sindicato, y como tal participaba el jueves a las 4 de la madrugada del corte de ruta convocado por la CGT San Lorenzo para protestar por la política económica del gobierno. Según testigos, Cristian S. era uno de los primeros con su camión Scania con cisterna en aguardar para pasar. Lo vieron desenganchar la cisterna del acoplado y avanzar hacia el piquete, girar en U y arremeter a toda velocidad. Gardini, que estaba a bordo de una moto, no tuvo tiempo a esquivar el camión y pereció en el acto.
S. intentó escapar pero Gendarmería lo interceptó con una ráfaga de balas contra los neumáticos del camión. Más tarde, el examen de alcoholemia arrojó que el camionero tenía 1,6 miligramos de alcohol en sangre.
En lo sucesivo, el camionero deberá pasar dos meses preso mientras el fiscal termina de recolectar pruebas y testimonios hasta el inicio del juicio oral.