Tres peones y una familia, alojados como animales a 20 kilómetros de Rosario
Por la denuncia de un trabajador que había sido echado por pedir mejores condiciones, el Estado descubrió la explotación a la que eran sometidos en un campo ganadero de La Carolina. Sin paga, ni descanso, ni baño ni agua potable.
Tres trabajadores rurales, entre ellos una pareja con tres niños, trabajaron hasta el jueves pasado en condiciones infrahumanas, en un campo ganadero a solo 20 kilómetros de Rosario, en el paraje Estación La Carolina, en jurisdicción de la localidad de Piñero. Carecían de baño, habitaban una construcción por demás de precaria, y bebían agua de pozo, el mismo que el de los animales que debían cuidar. Un procedimiento de agencias estatales que velan por delitos de esta índole rescataron a la familia.
El operativo de rescate corrió por cuenta de la Delegación Santa Fe Sur del Renatre, la Agencia Territorial Rosario del Ministerio de Trabajo de la Nación, la Uatre y la Dirección Operativa del Comité Ejecutivo de Lucha contra la Trata y Explotación de Personas.
Otro trabajador que había sido despedido por el productor ganadero cuando le pidió mejores condiciones de trabajo y vivienda, fue quien radicó la denuncia y activó el operativo.
Los inspectores encontraron a tres trabajadores, dos de los cuales habían llegado hasta allí al acudir a una búsqueda laboral realizada en redes sociales. Uno es oriundo de Corrientes y el otro de la zona cercana a La Carolina. El tercer trabajador y su familia habían venido desde el norte santafesino.
El dueño del campo (su identidad no fue suministrada) los contactó por teléfono y los llevó hasta el campo, donde los alojó. Una vez en el campo, los peones advirtieron que ninguna de las condiciones de empleo ofrecidas eran reales.
Durante la fiscalización se confeccionaron actas de inspección de Indicios de Explotación Laboral de los organismos intervinientes. Los trabajadores estaban sin la debida registración laboral, y sin cobrar ni un peso. Uno de los "contratados" que estaba allí desde hacía un mes no tenía jornadas ni días de descanso, y era sometido a diez horas de trabajo diarios.
Trabajaban y vivían en condiciones de extrema precariedad y hacinamiento dentro de dos containers, casi sin alimentos y sin agua potable para el consumo y aseo personal. Carecían además de elementos de higiene y seguridad. También se encontraba en el establecimiento la familia de uno de los trabajadores, con tres niños muy pequeños viviendo en esas mismas condiciones y en un contexto de absoluta hostilidad, violencia y agresión de la patronal hacia los trabajadores, a quienes se amenazaba de forma constante para que no escapen del lugar, indicó un portavoz de la organización que realizó el operativo.
Fue en esas circunstancias que el Delegado de la Dirección Operativa del Comité, realizó la llamada al 145. Inmediatamente intervino la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX) que derivó la causa a la Fiscalía Federal N° 1 de Rosario. Luego solicitaron y dispusieron de manera inmediata el allanamiento y rescate de los trabajadores y sus familias, y convocaron al Programa Nacional de Rescate y al Punto Focal de Santa Fe.
El allanamiento se realizó el jueves 7, donde se dispuso la detección de una personal titular del emprendimiento agrícola ganadero, además del rescate de las personas explotadas.
“El hombre de Corrientes se pegó la vuelta y la familia del norte provincial fue reubicada en otro empleo por la zona con un lugar en condiciones para poder vivir. Además, como lo habían echado por reclamar condiciones, el ex empleador aceptó pagarle una indemnización”, sostuvo un funcionario del Ministerio de Trabajo a Radio Dos.