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El río Paraná sigue en pleno descenso y llegó a su altura más baja del año, según el Instituto Nacional del Agua, con 1,37 metros en esta semana. El repunte se espera para finales de este mes. 

La bajante afecta al caudal de la principal hidrovía de la Argentina, clave para el traslado de la cosecha, pero además genera recaudos en la zona de Costa Alta para los rosarinos y turistas que hagan usufructo de los balnearios y clubes.

El río está “en un metro 37 y sin perspectivas de mejorías en los próximos días, falta tiempo para que suba, incluso va a bajar unos centímetros más antes”, aseguró el referente de Defensa Civil Raúl Rainone.

La profundidad del canal ha disminuido mucho, por lo que “el peso de los buques de gran carga debe ser mucho menor, lo que genera inconvenientes económicos notables”, puntualizó Rainone.

De cualquier manera puntualizó sobre “los problemas que pueden generar a los veraneantes del rio como factores de riesgo que hay que tomar en cuenta”, y recomendó para ello que “los usuarios de las playas deben respetar las indicaciones de los guardavidas”.

Los clubes cerca de la costa, así como los balnearios públicos y privados tiene factores de riesgo importantes, expresó, y puntualizó que “muchas guarderías han hecho obras paralelas a sus sistemas de embarcaciones”.