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La Multisectorial Contra la Violencia Institucional condenó a través de un comunicado la decisión de un fiscal penal de desistir de la investigación del asesinato del joven Maximiliano Zamudio, el 26 de mayo de 2015 en barrio Tablada, presuntamente a manos de un suboficial de Prefectura Naval.

La entidad denunciante es un frente que nuclea a diversas organizaciones que defienden los derechos humanos ante los excesos violentos de las fuerzas de seguridad estatales. Días atrás, el fiscal de la unidad de Homicidios Miguel Moreno dispuso archivar actuaciones sobre la causa abierta sobre el crimen de este adolescente de 16 años, a pesar de los indicios de que el asesino fue el prefecto Ariel Fernando C. A. En un comunicado divulgado en los medios locales, la Multisectorial destaca que se trata de “un idéntico desenlace a las causas en donde se investigan los homicidios de Carlos Godoy y Alejandro Ponce, en las que también interviene el fiscal Moreno”.

Tanto en las causas de Zamudio como las de Godoy y Ponce, advirtieron que Moreno manifestó su intención de archivarlas, y aseguraron que su trato hacia los familiares de las víctimas fue “despectivo, irrespetuoso e irresponsable, negándose muchas veces a recibirlos y a brindarles información, así como se niega a tomar medidas probatorias solicitadas insistentemente por las querellas”.

Finalmente, aseguraron que en su investigación se basó en las declaraciones de estos efectivos de seguridad para construir su versión de los hechos sin contemplar la declaración de los testigos.

Zamudio murió aquella noche cuando se acercó a un Ford Falcon que estaba estacionado en Patricias Argentinas al 4300. Tuvo unas palabras con el conductor, cruzaron unos gritos y cayó al piso. El hombre que manejaba el auto le había acertado tres balazos, uno de ellos en la cabeza. El herido fue trasladado al hospital Roque Sáenz Peña en un auto particular, pero no logró sobrevivir. El matador señalado por testigos es un cabo de Prefectura Naval, quien aseguró que Maximiliano le quiso robar con un arma y que se enfrentaron a tiros. Muy diferente fue la versión de varios vecinos de la zona, quienes aseguraron que el uniformado, que en ese momento estaba de civil, lo llamó para que se arrime a su auto, le metió un tiro en el pecho, bajó del coche y lo remató en el piso.