Licenciados en Nutrición se presentaron esta semana en la Comisión de Salud del Concejo Municipal para pedir que se vele en la ciudad por el cumplimiento de la Ley Provincial que adhiere a la Ley Nacional de Trastornos de la Conducta Alimentaria. En este sentido, advierten que hay solo 15 nutricionistas desempeñándose en efectores públicos, que "no dan abasto" y que en las áreas de Atención Primaria de la Salud (APS) brillan por su ausencia.

En una nota enviada al Concejo hace algunas semanas, explican que "Rosario no cuenta con las prestaciones necesarias en Materia de Nutrición en los sistemas de APS, lugar que consideramos de vital importancia para la Prevención y Promoción de la Alimentación Saludable" al tiempo que exhortan por un mayor presupuesto para gestionar puestos de trabajo.

Al respecto, subrayan la necesidad de hacer efectiva la conformación de grupos de trabajo interdisciplinarios, porque el/la nutricionista "es fundamental en el tratamiento de dicha problemática". "Esta Ley contempla la formación de equipos en diferentes áreas como Nutrición, Psicología, Medico Clínico y Quirúrgico, entre otros", indican.

Cabe señalar que según la Segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud realizada en Argentina en 2019, el 41,1 por ciento de los chicos y adolescentes de entre 5 y 17 años tiene sobrepeso y obesidad en el país, en una proporción de 20,7 por ciento y 20,4 por ciento, respectivamente, sin diferencias por nivel socioeconómico.

En diálogo con RosarioPlus, Marilina Borras, presidente gremial del Colegio de Graduados en Nutrición, subrayó que en Rosario "no hay ninguno tipo de abordaje de la problemática a nivel público". En este sentido, aseguró que solo hay 15 nutricionistas trabajando en algún efector publico de la ciudad "pero no dan abasto". "Van rotando por distritos para poder cubrir la atención", explicó.

Al respecto, indicó que este reducido grupo de nutricionistas "no maneja todas las patologías y solo hacen la parte de soporte tradicional".

"No hay puestos de trabajo para nosotros. Es una carrera muy devaluada, manipulada, porque todo el mundo opina sobre alimentación y nutrición pero hay muy poca gente formada. Suele asociarse nuestro trabajo a una cuestión estética pero hay muchas patologías que son necesarias abordar desde la nutrición", cerró Borras.