Para cualquier rosarino, su cara es sinónimo de Lo Lumvrise. Es que, durante trece años, Andrés Rovetto formó parte del exitoso grupo que hizo reír con humor adolescente. Pero en marzo del año pasado, decidió dar un paso al costado. Lejos de tomarse un año sabático, decidió apostar a otros caminos. Literalmente: armó las valijas para recorrerlos. Tras ir a Buenos Aires y Carlos Paz con la obra Extravaganza, estados del tiempo, probó suerte en Barcelona con su unipersonal Me gusta todo y debutó como director en Madrid con la obra Moni Moni. Por estos días, hace temporada de verano en Punta del Este con el clásico Los 39 escalones

“Creo que fue realmente necesario correrme para poder crecer y ahora estoy disfrutando de este nuevo camino que elegí”, cuenta en diálogo con Rosarioplus.com

Sobre sus ex compañeros de equipo, cuenta que sigue en contacto “porque el sentimiento es el mismo”. Aclara. “Mi decisión de irme tuvo que ver con una necesidad propia y poder soltar desde el amor para mí fue lo mas importante”. Tiene buenos recuerdos: “Al grupo lo creamos los cuatro de la nada, siendo adolescentes, y nos dio grandes satisfacciones”.

Hoy, sin embargo, su realidad es otra. “Estaba en Barcelona y recibo la propuesta de parte de Veronica Fucci, quien está produciendo 39 escalones junto a Diego Sorondo y Javier Faroni. Yo ya había trabajado con ella en Stravaganza y decidí aceptar por el vínculo lindo que perduró con ella después de esa experiencia y porque además ya había visto la obra y me había gustado mucho”, cuenta. 

“También después de haber dado un paso al costado con Lo Lumvrise para mí fue la señal más clara de que ahora estaba disponible para nuevas propuestas. En el ultimo tiempo tenía ganas de correrme del rol de humorista, el cual disfruté y del que no reniego, y esta obra tiene mucho humor pero desde un lugar distinto al que yo venía acostumbrado a hacer”, analiza.

39 escalones, dirigida por Manuel Gonzalez Gil y Sebastián Irigo, se presenta de jueves a lunes en el Teatro Nogaró, de Punta del Este. Cuenta la vida de un hombre aburrido que se encuentra con una misteriosa mujer que dice ser espía. Poco después ella es asesinada y comenzará un extraño y gracioso recorrido en el que el protagonista intentará develar la trama de una organización criminal internacional. Si hay rosarinos viajando a Uruguay, un buen dato: las entradas se pueden comprar anticipadas, en pesos, por Internet.

Rovetto, junto a Osqui Guzmán, hace mil y un papeles secundarios. El dúo, que realiza un trabajo tan talentoso como maratónico, logra arrancar risas en la platea.

“Estoy muy contento, es una obra hermosa donde puedo jugar, divertirme y donde hay que ser muy respetuoso con el texto para que se mantenga el código”, responde cuando se le consulta sobre esta nueva etapa. 

“Con el elenco me llevo muy bien, siempre admiré el trabajo de Osqui y tenerlo de compañero es muy gratificante”, sostiene.

Entre tantos destinos recientes, ¿extraña Rosario? “No, porque estoy en constante contacto con mi familia, mis amigos, tantos años trabajando ahí... Aunque esté en cualquier parte siempre está presente para mí, es por eso que tengo ganas de presentar la obra que estrené en Barcelona, Me gusta todo, es mi "unipersonal" que hago junto a Patricio Ramos, donde hablo de mis desmedidas ganas de festejar todo y donde cuento con humor todo este cambio que viví en este último tiempo. Quiero presentarlo al terminar la temporada acá en Uruguay y hacerlo conjuntamente en Rosario con la presentación de mi libro El que no arriesga, no sana.

¿No hay entonces vuelta atrás con Lo Lumvrise, es etapa cerrada? “No puedo decir "Nunca más con Lo Lumvrise", fueron muchos años juntos y mucho vivido con mis tres amigos, pero también creo que fue realmente necesario correrme para poder crecer y ahora estoy disfrutando de este nuevo camino que elegí, aprendí mucho a pensar a corto plazo y de esta forma las expectativas dejaron de tener tanta influencia en mi”, concluye.