Cada vez hay más casos de tuberculosis y la culpa es del paco
Especialistas de la UBA advirtieron un aumento de casos de tuberculosis en personas consumidoras de paco, que producto de la pobreza y la adicción abandonan sus tratamientos, generando en su cuadro mayor resistencia al tratamiento y en la sociedad un mayor efecto de contagio.
La gran cantidad de casos de tuberculosis en consumidores de pasta base es una problemática creciente que no encuentra una respuesta integral, generando tipos graves de la enfermedad, inmunidad con la deserción del tratamiento y contagios.
Muchos consumidores de paco desconocen que tienen tuberculosis, y por lo general se detecta cuando llegan al hospital ya en un cuadro de alto deterioro por el que deben ser internados. Una vez que el paciente se estabiliza se le da el alta y debe continuar el tratamiento en forma ambulatoria, pero el problema es que muchos no lo pueden sostener, por su propia situación de adicción y extrema pobreza.
La tuberculosis (TB) es una enfermedad bacteriana causada por el bacilo de Koctch que se contagia por vía aérea y que daña principalmente el pulmón, aunque también puede afectar a otros órganos. El tratamiento para la forma más sencilla dura de seis a ocho meses, y a los 20 días la persona ya no contagia.
Silvana Agüero, trabajadora social del Instituto Vaccarezza, un centro de referencia en tisioneumonología de la UBA destacó la situación de deserción que existe en muchos casos, y explicó que “al discontinuar el tratamiento, un paciente con tuberculosis sigue contagiando”, y a eso se suma que genera resistencia a la medicación, y es muy común que hagan tuberculosis multiresistentes.
La generación de TB resistentes son un problema sanitario urgente porque no sólo ponen en riesgo a los usuarios de paco, sino a toda la sociedad porque ese paciente va a contagiar la TB multiresistente o extremadamente resistente a quienes estén en contacto con él.
"Cuando una persona hace mal el tratamiento o lo abandona, algunos de esos bacilos mueren pero otros quedan más fuertes y se multiplican generando un cambio en su ADN que hace que el antibiótico no sirva. La primera resistencia es a las dos drogas de primera línea y aquí hablamos de TB multiresistentes, cuyos tratamientos son más caros, más tóxicos y tiene mayor duración (mínimo año y medio)", explicó por su parte la neumonóloga pediátrica Sandra Inwentarz, jefa de consultorios externos del Vaccarezza.
En ese contexto, si el paciente con tuberculosis resistente sigue abandonando el tratamiento comienza a darse una forma peor que es la extremadamente resistente, y así se va empeorando cada vez más hasta encontrar formas que prácticamente no tienen cura y sólo se tratan a modo paliativo.
En el instituto Vacarezza atienden alrededor de 500 casos de TB, de los cuales 30 son multiresistentes, “y comenzamos a ver que se incrementan los casos de extremadamente resistentes", precisaron las especialistas.
La especialista describió que "la prevalencia de TB en consumidores de paco tiene que ver con su estado de inmunosupresión, por lo general están desnutridos o malnutridos porque se alimentan a base de hidratos de carbono entonces no incorporan las defensas que dan las proteínas, pierden la noción de si comieron o no, no duermen, y viven en condiciones de hacinamiento ".
A esto se suma que no hay espacios que atiendan las dos problemáticas a la vez porque las personas adictas al paco con tuberculosis no son aceptadas en los centro de tratamiento para su adicción porque contagian.