Ciclistas quieren que en sus calles los autos bajen un cambio
Los defensores de la bicicleta como el transporte alternativo quieren que la Municipalidad obligue a lentificar los tramos de calles que tengan ciclovías y que prohíba estacionar incluso. Como siempre, el tema es polémico. Se vienen 20 kilómetros nuevos de bicisendas y ya se levantó polvareda en el Concejo
A poco de comenzar a emplazar los nuevos 20 kilómetros de bicisendas por las calles rosarinas, los concejales Roberto Sukerman y Fernanda Gigliani repararon en que esos carriles que se están pintando sobre el asfalto son demasiado angostos y no coinciden con la normativa internacional en seguridad vial. Por eso piden que el municipio revise el asunto. Aún más: el concejal del Frente para la Victoria pidió que dicha obra se frene.
El pedido de Sukerman para que el Ejecutivo municipal haga borrón y cuenta nueva con los caminitos para ciclistas encendió luces amarillas en la comunidad de los pedaleadores vernáculos. Buena parte de ella se cuenta en la ONG Rosario en Bici, cuyos miembros pusieron el grito en el cielo: “No se puede dar marcha atrás con el proyecto, lo que sí se puede es limitar la velocidad máxima en el área central a 30 kilómetros horarios, controlarla y hacerla respetar”, replicaron.
En diálogo con Sí 98.9, el representante de la entidad Gonzalo González Mora tildó de “irresponsable” la posibilidad de frenar las obras, “porque las ciclovías están a medias y los ciclistas están expuestos. Incluso, hoy las ciclovías están desconectadas entre sí”.
La solución esgrimida por González Mora sugirió al municipio es “primero terminar los 20 kilómetros nuevos”, y luego evaluar de quitar el estacionamiento medido en las ciclovías del centro o bajar la velocidad: “La idea es que el Ente de la Movilidad y la Secretaría de Control deberían bajar la velocidad máxima a 30 km/h y controlar que se respeten, porque eso es lo que evitaría accidentes de tránsito”.
Detalló que “eso lo hacen en muchas ciudades del mundo como Amsterdam, pero en Rosario no se cumplen las normas internacionales”, como había indicado Gigliani antes.
El concejal Sukerman había pedido que se detengan las obras de las ciclovías del centro, por observar que se están demarcando en “arterias de mucha circulación vehicular, tanto de transporte particular como transporte público”, lo que puede desembocar en “accidentes fatales”.
Mientras, la concejala Fernanda Gigliani había apuntado también en Sí 98.9 que éste trazo de bicisendas se está realizando por fuera de las normas internacionales de seguridad: “Entendemos que lo que se está trazando actualmente no cumple con cuestiones básicas que preservan la seguridad de los ciclistas, no entendemos por qué se destina dinero público para hacer algo que está mal hecho”.