Científicos de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNR y del Conicet (Cefobi) se embarcaron en una investigación multifacética que entrecruza a las ciencias física, química biológica, ecología, economía, biología vegetal y animal.

El objeto de su estudio es un tipo de pastizal natural que desde siempre se utiliza para alimentar el ganado, y esto depararía múltiples beneficios: ecológicos, económicos, para el campo, la industria, la red eléctrica y hasta el transporte.

De acuerdo con la proyección del plan en desarrollo, a las industrias les brindaría un ahorro porque al inyectar energía producida por el pasto en sus motores, el gasto de energía tradicional disminuye. El ganadero mejorará la alimentación de sus vacas, y recibirá un importe por permitir que se corte su pasto.

Una vez avanzada la investigación, también se generarían nuevos eslabones de trabajo como una empresa que se encargue de acopiar el pasto en forma de rollo y lo transporte hacia la industria. Pero la instancia en la que se encuentra el grupo de investigación es bien en el medio: en el corte y procesamiento de la pastura en cuestión.

La doctora en Ciencias Biológicas e ingeniera agrónoma Susana Feldman precisó a Rosarioplus.com que "ya se realizaron prácticas de corte de pastizales en un campo cercano a Casilda con efectos positivos: se investigó el efecto de ese corte en la biodiversidad vegetal y de insectos que conviven en el suelo, que no fue afectada, y principalmente, se ha comprobado que las vacas, que tienen usualmente dificultades para alimentarse con estos pajonales naturales, se alimenten más, debido a que tras el corte de la parte superior, emergen brotes más tiernos".

El próximo paso para este equipo es comenzar las pruebas con los pastos ya cortados, de ingresarlos en un gasificador para obtener al fin energía eléctrica, para uso de la industria a través de turbinas, ó para inyectar al sistema de la EPE.

La energía producida por este pasto (llamado Spartina argentinesis y Panicum prionitis para la ciencia) a través de un proceso termoquímico o a través de un proceso bioquímico, obtienen etanol (o sea alcohol) para mezclar con las naftas para el sistema de transporte ó energía eléctrica.

Cortar el pasto también para preservar el ecosistema

Muchas veces los rosarinos padecimos el humo venido de la vera de las rutas o desde las islas entrerrianas, sin comprender por qué se realizan estas prácticas que son anti ecológicas. La doctora Susana Feldman explicó que “los pastizales de engorde de ganado se suelen quemar para que las vacas coman el rebrote, o sea el pasto rebrota, y si bien no está prohibido quemar, ya es mundialmente reconocido el daño que produce el dióxido de carbono al elevarse hacia la atmósfera, y a eso se suma que es difícil controlar el fuego para no quemar viviendas o árboles”.

Por otra parte, el rebrote posee celulosa y lignina. Feldman explica que “la lignina sería ‘el malvado de la película’, porque hace que se haga más duro el pasto y a las vacas les cuesta digerir, y por eso las vacas no comen el pasto tan crecido. Pero cuando el pasto se quema o se corta, salen las hojas mas tiernas y entonces comen bien”.

Esos espartillos que ahora son objeto de estudio crecen de manera natural, muchas veces en campos cercanos a cañadas o arroyos, y se los usa con rodeos donde la prioridad son las madres productoras de terneros, los cuales son trasladados luego a otros campos para engorde y su posterior faena. Se encuentran áreas marginales y en sectores de la pampa húmeda, en campos de baja calidad del pasto.

Se calcula que dos millones de hectáreas de pastizales por año se queman en el país para alimentar a las vacas, y si bien no está prohibido, esa práctica emite grandes cantidades de dióxido de carbono hacia la atmósfera, mientras que no se aprovecha la energía natural que tiene el pasto gracias a la celulosa.

La energía eléctrica del pasto contra el tarifazo

Ahora que el gobierno pretende reducir subsidios y, por ende, disparar las tarifas, este ensayo de la UNR y el Conicet llega bien oportuno. “Para ahorrar energía, se suele apelar a los cortes, con restricciones muy severas porque no hay inversiones en el sistema eléctrico para abastecer a tantos usuarios e industrias”, explicó Susana Feldman.

A partir del componente de estos pastizales, llamado biomasa lignocelulósica, precisó que “se pueden obtener dos cosas: combustibles líquidos, y por otra parte a través de la combustión controlada en un equipo especial llamado gasificador se puede obtener un gas de baja eficiencia pero que permite mover una turbina suficiente para generar energía. Esta energía se puede vender a la EPE e incorporarla a su red de distribución, ó aplicar en una industria privada para ahorrar costos. 

Para obtener bíocombustible líquido, precisó que el grupo de investigación se encuentra trabajando en eliminar a la lignina que recubre por fuera a la celulosa, y para eso usan extractos de hongos nativos muy eficientes que la degradan.

Para esto se cortan y muelen las hojas en laboratorio, se segrega un líquido que producido por hongos, se incuba y así se degrada la lignina. “Por ahora son pruebas, pero ya vemos que funciona, y testeamos su eficiencia. La celulosa tiene una molécula muy larga, y se puede pensar su aspecto como si fueran cables, y la lignina los recubre como el plastico cobertor de cables, que hay que remover”, ejemplificó Feldman.

Ahora el equipo de Agrarias espera la importación de una planta de una industria metalmecánica que cuenta con un gasificador. Éste aparato tiene el tamaño de una cancha de squash: generará la energía eléctrica, porque el gas producido por el pasto se combustiona en una turbina.

¿Quiénes son?

El equipo de investigación está conformado por: Susana Feldman, Hugo Permingeat, Guillermo Podestá, Juan Carlos Porstmann, Alberto Shocron, Guillermo Montero, Laura Ferreras, y Emiliano Jozami, Álvaro Larrán, Luciano Castagnani y Albertina Gauna.

Investigan con el apoyo de la Subsecretaría de Energías Renovables y el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (ambos de la provincia de Santa Fe), Secretaria de Ciencia y técnica de la UNRlas Secretarías de Innovación Tecnológica, y de Ciencia y Técnología de la UNR, la Secretaría de Politicas Universitarias de Nación, Ministerio de Educación de la Nación, y la Fundación Ciencias Agrarias.