Baja energía, cansancio, desgano, mareos temporales, dolores en las articulaciones o disminución del gusto y el olfato son algunas de las secuelas que manifestaron las personas que se contagiaron de coronavirus en distintas provincias y lograron recuperarse.

Así lo indicaron varios de los afectados que volvieron a recordar la necesidad de mantener las medidas de prevención, como el uso de barbijo, extremar la higiene y el distanciamiento social porque aseguran que "fue horrible" y se trata de "un virus bravo".

En Santa Fe, la profesora universitaria de Latín, Gramática del Español e Historia de la Lengua, Jimena Morais, pasó cinco días en cama, con mucho dolor y gran decaimiento y no pudo trabajar ni siquiera en modalidad virtual.

"Ahora toso mucho al hablar, ya volví a las clases por Meet, y termino con taquicardia. Toso tanto que me da calor, se me acelera el corazón y después me lleva un rato largo estabilizarlo. Es horrible, pese a que no tengo enfermedades previas, nada de nada, nunca fumé, siempre hice algo de gimnasia", contó Morais.

En tanto la poeta y gestora cultural santafesina Candelaria Rivero contó que el suyo fue un cuadro leve y que su cuerpo le "pidió descanso" en esos días, que transcurrieron para ella "sin tos, pero con pérdida de olfato y gusto, decaimiento y mucha fiebre".

"Cuando tuve fiebre, deliraba... Ahí, gracias a alguien que me grabó, recité a Pessoa", bromeó Rivero y añadió que en la convalecencia no sintió "nada raro aún", más allá de que nota "el sentido del olfato algo disminuido".

Por otro lado, en Córdoba, Marcelo Damián Ramírez, de 54 años, contó que los contagios afectaron a todo su familia, su esposa y 3 hijos, tras lo cual él pasó "5 días con un poco de fiebre y el panorama se complicó".

"Me comenzó a faltar el aire y decidieron internarme. Nunca llegué a tener respirador artificial pero sí me pasaban oxígeno. Pensé que me moría", relató.

Y, agregó: "Tras recibir el alta hace 3 semanas todavía me siento con muy poca energía, ya sin dificultades para respirar, pero con todo el cuerpo pesado, desganado y con algunos mareos temporales".

"Me dijeron los médicos que son síntomas que pueden permanecer un tiempo, aunque por suerte no se me agrava y noto una leve mejoría día a día. Realmente es algo que no le deseo a nadie", concluyó.
 

En la ciudad de Neuquén, Roberto Azlan, de 27 años, sospecha que se pudo haber contagiado "en el colectivo" porque usa "ese medio de transporte para ir a trabajar" y relató que sus primeros síntomas fueron "dolor de cabeza, dolor de cuerpo y fiebre".

A un mes de haberse recuperado en su casa con un "puff con salbutamol durante tres días", afirmó que "aún me cuesta respirar y no pude recuperar el gusto y el olfato".

En Mendoza, el procurador general Alejandro Gullé quien se contagió y sufrió una neumonía bilateral contó que se hizo "los estudios esperando qué secuela puede haber dejado" y recordó que inició "los primeros síntomas con una tos seca".

Tras ser internado en terapia intensiva durante cuatro días, dijo que ahora se sentía "bien pero estuve con un cansancio importante. La verdad es que estar en terapia no deja una buena sensación, nunca tuve miedo, pero es un virus bravo y uno se confía demasiado".

La mendocina Gabriela Abihaggle, quien dirige una agencia de comunicación, dijo que al contagiarse pasó "4 días de fiebre entre 37,5° y 38,7°; dolor en la base de la cabeza, pérdida de gusto y olfato y nada más. Miedo, obvio".

"Aunque estaba segura que lo iba a pasar tranquila, tachaba los días como los presos y de vez en cuando me preguntaba si eso iba a ser todo o sucedería algo inesperado. No pasó nada, a los 10 días me dieron el alta y mis hijos no tuvieron más síntomas que un día de cansancio extremo y algo de dolor de cabeza", añadió.

Además, contó que le "recetaron un multivitamínico para la falta de energía porque los primeros días después del alta se me acababa la pila en unas horas, y con eso estoy bien. Nunca dejé de trabajar desde casa, y mi obra social me asignó un médico que me hacía seguimiento diario".

En Chubut, Martín (49), el primer caso reportado con coronavirus en Rawson, recordó que se contagió en Europa y tuvo "terribles dolores musculares y hasta el día de hoy, a pesar de haber pasado casi 6 meses, tengo dolores en las articulaciones que se van yendo de a poco".

El ministro de Economía provincial, Oscar Antonena, quien ya recibió el alta y se reincorporó a la actividad dijo a: "Yo no tuve mayores consecuencias durante el proceso pero reconozco que me quedaron secuelas en el gusto que no lo tengo a pleno".

En tanto, el bonaerense Pedro Techeira, que tiene 38 años y vive en Wilde, relató que estuvo "14 días en cama con mucho dolor, fiebre y casi vegetando".

"Cuando vino el médico a mi casa, me dijo que lo mío era una angina y que necesitaba tomar antibióticos. Cuando se fueron los síntomas de la angina (dolor de garganta muy fuerte, más que en otras oportunidades), empecé con mucho dolor de cabeza, tanto que cuando me movía levemente para tomar agua creía que me iba a agarrar algo en el corazón", añadió.

Por su parte, Romina Gastinel, una vecina de Bahía Blanca señaló que su "cuerpo quedó sin fuerzas".

"Hoy lo que me quedó es que no recuperé todavía el olfato y me afectó la parte auditiva", añadió la mujer y recordó: "Empecé un domingo con un leve resfrío, el lunes con una molestia en la garganta y se asociaba a algo muy suave".

Fuente: Télam