El cine argentino copa el Festival Biarritz con ocho pelis: una es rosarina
En su próxima entrega, el Festival Biarritz América Latina, que se desarrollará entre el 30 de septiembre y el 6 de octubre explorará como nunca los territorios latinoamericanos, con especial enfoque en la Patagonia, con la participación de ocho filmes argentinos o en coproducción.
La lista está encabezada por Las buenas Intenciones, de Ana García Blaya, la historia de Amanda y sus hermanos que conviven alternadamente con su madre y padre, ya divorciados, que sufren la crisis y se debaten entre quedarse o abandonar definitivamente el país.
Otro de los filmes argentinos a proyectarse es 1100, de Diego Castro, la historia que tiene como protagonista a Leo, que trabaja doce horas al día como chofer de taxi en Rosario, hasta que un evento imprevisto en su taxi lo obliga a modificar su rutina.
En coproducción con Uruguay es Alelí, de Leticia Jorge Romero, el nombre de casa de playa -AL de Alba y Alfredo, E de Ernesto y LI de Lilián-, todos, menos el de Silvana, que nació más tarde, que a la muerte de su padre deben vender el lugar y se enfrentan violentamente.
En coproducción con Costa Rica, Chile y Francia es Ceniza negra, de Sofía Quirós Ubeda, la historia de Selva, una adolescente que vive en una ciudad costera del Caribe y después de la repentina desaparición de su única figura materna, queda sola para cuidar a su abuelo, que ya no quiere vivir.
También se verán los cortometrajes La Cigarra, de Martín Pirovanski, con eje en dos antiguas amigas viajan a la costa argentina por el fin semana y pelean en la ruta, y en coproducción con Colombia Steven, de Alexan Sarikamichian, Felipe Bergaño y Samir Marun.
En materia de documentales se verán "La vida en común", de Ezequiel Yanco, coproducción con Francia acerca de una comunidad indígena en las llanuras desérticas del oeste de Argentina; "La visita", de Jorge Leandro Colás, acerca de quienes visitan a los reclusos de Sierra Chica.