El gobierno de la provincia, a través del Ministerio de Seguridad, realizó dos inspecciones de seguridad preventiva y acciones anti-barrabrava en los estadios Gigante de Arroyito de Rosario Central y Marcelo Bielsa de Newell’s ante el inminente regreso de público a los estadios y “la necesidad de disuadir avances coercitivos de las barras en la vida institucional de los clubes”.

Durante la inspección al club Newell’s Old Boys, las autoridades procedieron a neutralizar la “sala-búnker” fortificada que la barrabrava tenía dentro del estadio. “Los contenidos hallados quedaron bajo custodia de la división judiciales de la jefatura de la Unidad Regional II”, expresó en un comunicado la Provincia pero no detallaron qué secuestraron.

 Se presume que en el interior se guardan banderas y también elementos de valor como posiblemente artefactos o armas ya que tenían varias cerraduras y alarma interna.

“No estamos dispuestos a conceder que haya salas fortificadas a las que la autoridad policial no tenga acceso. El regreso del público a los estadios requiere acciones contundentes de afirmación de la autoridad legal para mantener a los violentos lejos de los estadios”, señaló el Subsecretario de Seguridad Preventiva, Diego Llumá que lideró la inspección.

Luego la comitiva se desplazó al Club Rosario Central donde instruyeron al club el imperativo de “remover antes del 1° de octubre la pintada ubicada detrás de uno de los arcos con la consigna “los Guerreros” referencia a la barrabrava de Rosario Central”; y “la estructura de caños que ocupa la parte superior de la popular”.

La notificación oficial señala que “ese vestigio de lo que fueron cabinas de transmisión durante el Campeonato Mundial de 1978, hoy supone un riesgo a la seguridad y salud de las personas que de manera sistemática se trepan a la misma” Y además señala que esta estructura es la base de una liturgia de validación social inadmisible de la barrabrava”.