Mauro Icardi llegó a Turquía para sumarse a las filas de Galatasaray, a préstamo por un año de París Saint Germain y sin opción de compra, ya que el club francés le abonará el 60 por ciento de su salario, que reúne 8.000.000 de euros por toda la temporada, y tuvo una recepción multitudinaria al desembarcar junto a su familia en el aeropuerto de Estambul.

Ataviado con prendas identificatorias del club turco tanto él como su esposa, Wanda Nara, y sus hijos, Icardi afronta una nueva experiencia en un fútbol de tercer orden en Europa, en un club grande como Galatasaray que, sin embargo, no disputará competencia internacional alguna en esta temporada.

Icardi, que no fue tenido en cuenta por el nuevo entrenador de PSG, Christpohe Galtier, se realizará mañana la revisión médica y luego firmará el correspondiente contrato. El suyo con el club francés termina en junio de 2024.

“Me estaban enseñando cómo es el canto de la hinchada y mis hijos también lo están aprendiendo. Es increíble el recibimiento de la gente y por eso estoy muy contento de estar acá. Firmaremos contrato por un año con el objetivo de poder conquistar grandes cosas y permanecer aquí mucho más tiempo", dijo Icardi ante los medios locales al momento de su arribo y antes de trasladarse a un hotel céntrico en una combi que se vio sacudida por los enfervorizados aficionados del equipo aurirrojo.

Claro que ese proyecto que mencionó Icardi (se animó a pronunciar algunas palabras en turco) se apoyará también en otras contrataciones de fuste que planea la directiva de Galatasaray, como lo son las contrataciones pretendidas del colombiano James Rodríguez y el español Adama Traor.

Por lo pronto debe remontar en la Superliga turca, donde marcha en la octava posición al cabo de cinco jornadas, a 5 puntos del líder Besiktas.

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(Télam)