Murió Atilio Stampone, pianista y compositor referente del tango
El artista de 96 años integró entre otras agrupaciones el famoso Octeto de Ástor Piazzolla. Y compuso la banda musical de importantes películas, entre ellas La historia oficial.
El notable pianista, compositor, director de orquesta y arreglador de tango Atilio Stampone falleció hoy miércoles a los 96 años, según informaron fuentes cercanas al músico a la agencia Télam.
Nacido en la ciudad de Buenos Aires, con 16 años ya tocaba el piano en la orquesta de Pedro Maffia, pasó luego a la de Astor Piazzolla y en 1952 creó la suya junto al bandoneonista Leopoldo Federico. Entre otras obras compuso Afiches, Con pan y cebolla, De Homero a Homero, Desencanto (todos con letras de Homero Expósito), Aguatero y Cadícamo (letra de Enrique Bugatti).
Stampone cultivó el tango como una lujosa joya de la música. Poseía un sonido diferenciado, siempre adecuado a los tiempos. Su producción siempre parecía nueva, como si fuera interpretada por un músico joven y ese fue el mejor sello de su talento y de su ductilidad para posicionarse en el pico de la avanzada.
No solo se destacó como músico, una pasión que para él no tenía fronteras, sino que, con los años, ocupó la Presidencia de la Sociedad de Autores y Compositores (SADAIC) e integró varios directorios, desde donde impuso ese afán renovador y su particular sentido de la ética.
Sus comienzos
Su punto de partida con el tango se produjo en 1942 -hace casi 80 años- al debutar en los palcos con el mítico grupo de Pedro Maffia. Identificado con los movimientos artísticos de vanguardia, donde se enroló prontamente en la fila de colegas que buscaban un nuevo lugar para el tango.
Pasó por la orquesta de Astor Piazzolla en 1946 para después recorrer un buen trecho de esa búsqueda y de ese camino junto a Leopoldo Federico. Formaría su propia orquesta en 1956.
La noche fue siempre, para Stampone, una entidad ajena. Se definía como un hombre de día, con mañanas en los natatorios y tardes en los conservatorios. Desde los años '60, sin embargo, quedó "condenado" al éxito de Caño 14, un extraordinario emprendimiento tanguero, un mito porteño, del cual fue uno de sus fundadores.
Mientras, durante y después, Stampone viviría intensamente la música, en sus más variadas expresiones. Como compositor, le pertenecen temas de rotunda calidad, como Afiches, Romance de tango, Mi amigo Cholo u Homenaje al amigo, para destacar, caprichosamente, solo a algunos.
El ámbito de su expresión se ensanchó con la autoría de música para películas: Stampone fue autor de las de La mano en la trampa (1959), Un guapo del 900 (1960), Proceso a la infamia (1981) y La historia oficial, filme mítico del cine argentino que mereció un Oscar de la Academia de Hollywood.
Actuó con su orquesta en la película documental Café de los maestros (2008) dirigido por Miguel Kohan y en el álbum Café de los Maestros Vol. 1 y 2 (2005) en el que registró Orgullo criollo y Mi amigo Cholo.
Siempre inquieto
Su permanente actitud de hacedor, lo impulsó a llevar el tango fuera de sus domicilios habituales. Con Oscar Araiz y el Ballet de Ginebra se presentó en los más exigentes teatros europeos.
Posteriormente, en 1987, dirigió la Orquesta Sinfónica de Madrid y, en simultaneidad, acompañó a Julio Bocca en Nueva York. Con Bocca participó de una gira por España, Italia, Israel y Egipto.