El libro de relatos "Perón Vuleva" reúne cuentos de autores y autoras argentinas compilados por Sergio Olguín y Gabriela Franco, donde también reverberan ecos del sangriento bombardeo del 55 sobre Plaza de Mayo o la trágica noche del fusilamiento del general Valle.

Historias de enfrentamientos, persecuciones, sueños y búsqueda de justicia que, como una marca registrada atraviesan a la sociedad argentina, se reactualizan en los relatos de Abelardo Castillo, Tomás Eloy Martínez, Osvaldo Soriano, Ricardo Piglia, José Pablo Feinmann, Néstor Perlongher y Germán Rozenmacher, al tiempo que cobran vida nueva en las narraciones de Eugenia Almeida, Esther Cross, Inés Garland, Alejandra Laurencich, Ángela Pradelli, y Ana María Shua, convocadas a escribir especialmente para esta publicación de cuentos sobre peronismo.

Las escritoras se sumergen en relatos que abordan, entre otros temas, el desafío de explicarle a un extranjero el entramado complejo que representa el peronismo, amado y denostado desde su existencia; cuentos en los que una joven en su sed de justicia se propone enfrentar a un militar que ejecutó los bombardeos a Plaza de Mayo; otros donde aflora la mirada peyorativa hacia los seguidores del peronismo, y en los que aparecen los conflictos intrafamiliares de peronistas y antiperonistas; textos donde una niña busca en la figura de Evita la protección para sus padres militantes, y un cuento que retoma el icónico regreso de Perón en el 73.

Con un acertado prólogo en el que Reynaldo Sietecase hace un bello y preciso análisis de cada relato, la compilación, editada por Tusquets, permite "comprender mejor lo que significó y significa el peronismo para la sociedad argentina", manifiesta a Télam Sergio Olguín, autor de "La fragilidad de los cuerpos" y "Las extranjeras", entre otras obras, quien encaró este proyecto junto a Gabriela Franco, que además de editora, es autora de los libros de poesía "Piedras preciosas" y "Los que van a morir".

- ¿Cómo surgió la idea de hacer esta compilación?

- Sergio Olguín: Hubo una primera edición de "Perón vuelve" que apareció en el 2000 en Editorial Norma. En ese momento la idea era recopilar aquellos cuentos de la literatura argentina que tenían como tema el peronismo. Salvo el cuento de José Pablo Feinmann, los demás eran cuentos clásicos ya publicados en otros libros. Y había al menos un par de ellos que remitían de manera metafórica al peronismo ("La fiesta del monstruo" y "Casa tomada"). Cuando con Gabriela Franco nos planteamos la idea de reflotar la antología, pensamos que había que hacer algunos cambios importantes a ese libro. Por lo pronto, quitamos los cuentos metafóricos para incluir aquellos que hacían una referencia más directa o explícita. Y por otra parte, la primera edición tenía un grave problema: solo había cuentos de autores varones. No fue por voluntad discriminatoria, sino simplemente que había escritoras que habían tratado al peronismo en novelas y poesías, pero no en cuentos. Así que en la nueva edición decidimos convocar a autoras para que escribieran relatos especialmente para el libro.

- ¿Cuáles fueron los desafíos a la hora de seleccionar los textos?

- S.O.: De la misma manera que se dice que cuando hay una guerra la primera víctima es la verdad, cuando se hace una antología la primera víctima es la justicia. Toda antología obliga a hacer una selección del material circulante, un recorte sobre la obra de muchos autores. El desafío, sobre todo con los relatos clásicos, era dejar de lado algunos cuentos que nos gustaban mucho pero que no eran lo suficientemente representativos para nosotros. Por suerte, con Gabriela nos conocemos desde hace muchos años y solemos coincidir en el recorte de literatura argentina que nos interesa hacer, por lo que no hubo problemas entre nosotros, tanto a la hora de elegir los cuentos clásicos como en la selección de las escritoras que invitamos para que escribieran los relatos.

Después también hay imponderables. Nuestra intención era incluir "Esa mujer", el reconocido cuento de Rodolfo Walsh, pero las poseedoras de los derechos literarios de la obra no permitieron que se incluyera en el libro. Lo lamentamos mucho, pero nos queda la tranquilidad de que el cuento de Walsh circula en otros libros y puede también leerse en varias páginas web. Es un buen complemento para nuestra antología.

- ¿Cómo crees que se dimensiona la historia del peronismo con estos textos a través de la ficción?

- S.O.: La ficción es una de las formas más provechosas para conocer el pasado de una sociedad. Podemos entender el siglo XIX a partir de la obra de Echeverría, Hernández, o Mármol, entre otros escritores. Y en los cuentos que toman como tema o contexto social al peronismo se puede comprender mejor lo que significó y significa el peronismo para la sociedad argentina. Los libros de historia tradicionales hablan de hechos políticos puntuales realizados por líderes, dirigentes o movimientos de masa. La ficción entra en la pequeña historia, en el relato intimista, en los sentimientos de los seres anónimos que vivieron esos hechos históricos. De ahí la importancia de una literatura que da cuenta de la realidad argentina desde el primer peronismo a la actualidad.

- En los cuentos se filtra un andamiaje sociológico de lo que el peronismo representó y sigue representando para la sociedad argentina, en muchos casos la grieta de peronistas y antiperonistas. Pero también hay una mirada que se corre de esa disputa, que puede juzgar desde la ecuanimidad, por eso te pregunto. ¿Cómo considerás que fue para un escritor o escritora que no adhiere al peronismo, el proceso de escribir desde una mirada imparcial?

- S.O.: Creo que hay que diferenciar la literatura de ficción y los textos testimoniales, más cercanos al periodismo. La figura de Rodolfo Walsh es la más relevante porque muestra mejor esos dos andariveles que van de Operación Masacre a "Esa mujer". Evidentemente, el texto de no ficción exige un trabajo con los hechos reales, mientras que la ficción puede permitirse recortar, inventar, eludir en función de la eficacia del relato. No creo en la ecuanimidad a la hora de escribir ficción. No creo que ningún escritor se plantee ser ecuánime a la hora de escribir. La buena literatura escapa de los encasillamientos ideológicos. De hecho, en esta antología hay autores peronistas, pero también otros que no lo son y, sin embargo, costaría rastrear su pertenencia ideológica a través de los cuentos.

- La figura de Eva aparece en el caso de varias escritoras como la santa protectora y poderosa, y desde la mirada de Perlongher como prostituta. O sea que a la figura de Eva cada autor la dimensiona desde su ideario. ¿Pensás que en literatura y arte en general ya se escribió, pintó y filmó todo sobre Eva, o que aún su figura puede iluminar otras miradas?

- S.O.: Cada época, cada escritor o artista, va a representar la figura de Eva Perón de acuerdo a sus obsesiones, intereses, amores y odios. En general, la literatura habla más de la época en la que fue escrita y del pensamiento del escritor que del personaje tratado. Por eso, Evita es inagotable. Cada época tiene y tendrá la suya. Su figura es tan avasallante, tan cargada de mitos y testimonios, que se entiende perfectamente el interés que despierta y seguramente va a seguir despertando. No hay muchas figuras en la historia argentina que resulte tan rico, con tantos matices, como el de Evita.

- El cuento donde Eloy Martínez narra el enfrentamiento en ciernes de conscriptos contra una manifestación obrera es muy conmovedor. En ese cuento como en otros aparece la idea del peronismo unida a los que siempre quisieron y quieren socavarlo. En ese sentido, ¿qué lectura podés hacer de lo que pasa en la actualidad donde el panorama se complejizó aún más?

- S.O.: Justamente el cuento de Tomás Eloy Martínez habla de esos enfrentamientos que uno puede encontrar en todas las épocas del peronismo. No creo que hoy sea más complejo que en los años 70. En todo caso nos cuesta más comprenderlo porque no tenemos la distancia histórica que ya tenemos de aquellos años. Si algo ha demostrado el peronismo es su capacidad de supervivencia en tiempos de persecución (política, militar, mediática), su vocación de gobierno y su pragmatismo heterodoxo. Pero hay y habrá peronismo, mal que le pese a los antiperonistas y seguirá alimentando también la ficción de muchos escritores de las próximas décadas.