9 de Julio: la historia detrás del feriado
El día de asueto nacional conmemora aquel 9 de julio del año 1816 en que Argentina comenzó formalmente a autoproclamarse un país libre y soberano, a partir de que se firmó la Declaración de la Independencia, entonces Provincias Unidas del Río de la Plata, en el Congreso de Tucumán.
Este 2018 se celebran los 202 años de la gesta en que se declaró la formal ruptura de los vínculos de dependencia política de las Provincias Unidas con la monarquía española.
La declaración fue realizada en la Casa de Tucumán ubicada en la ciudad de San Miguel de Tucumán, donde sesionaba la asamblea desde el 24 de marzo del mismo año. Diez días más tarde, el mismo Congreso renunció también a toda otra dominación extranjera. Y tal acontecimiento se enmarca también en el movimiento de independencia hispanoamericana del Imperio Español.
El Congreso de Tucumán inició sus sesiones el 24 de marzo con 33 diputados (con presencia rotativa) y se nombró como director supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata al general Juan Martín de Pueyrredón.
Desde entonces se discutieron los alcances, las atribuciones, el funcionamiento y las decisiones políticas de injerencia nacional e internacional hasta el 9 de julio, día en el que se llevó a cabo la votación. Esa jornada, el comité estaba presidido por Francisco Narciso de Laprida, representante por la provincia de San Juan.
Los diputados se pusieron de pie y aclamaron la Independencia de las Provincias Unidas de la América del Sud de la dominación de los reyes de España y su metrópoli.
En 1814, el rey Fernando VII de España había regresado al trono español. Esta situación quitó argumentos de acción a los hombres que habían iniciado la Revolución de Mayo en el Virreinato del Río de la Plata e instaurado la Primera Junta en 1810 bajo la premisa de la Máscara de Fernando VII. Ya no podían actuar en nombre del rey de España porque éste volvió a estar en el poder efectivo.
El rey quería reconquistar sus colonias; los "realistas" (los partidarios del colonialismo) habían triunfado en Huaqui, Vilcapugio y Ayohúma, y eran fuertes en el Alto Perú, la actual Bolivia. Desde allí pensaban atacar las bases de los independentistas e invadir todo el actual territorio de Argentina, teniendo como objetivo la ciudad de Buenos Aires.
El 15 de abril de 1815, una revolución terminó con el gobierno centralista del Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, general Carlos María de Alvear.
Los revolucionarios exigieron la convocatoria de un Congreso General Constituyente.
Inicialmente se enviaron diputados de todas las provincias iniciando las sesiones el 24 de marzo de 1816. Cada delegado representaba a 15.000 habitantes.